El ex funcionario del Gobierno de Cambiemos trabaja en el equipo que impulsa a Patricia Bullrich para la próxima presidencia.
Dante Sica: "El Gobierno no tiene mucho más para ofrecer"
El ministerio de Desarrollo Productivo, centro de todas las miradas en las últimas semanas fue su lugar de trabajo en el último año y medio del gobierno de Mauricio Macri. Desde la oficina de la consultora Abeceb, Dante Sica, dio una entrevista recibió a Noticias Argentinas para analizar los últimos anuncios económicos, el Gobierno de Alberto Fernández y el rol de Juntos por el Cambio de cara a la próxima elección presidencial. Asegura que no hay interés de los inversores por Argentina y que "la crisis se profundiza cada día más".
Indicó que los anuncios hechos hace unos días, "están en línea con los parches que el Gobierno viene poniendo a lo que es la no estrategia en materia de política económica. Es un Gobierno que no pudo votar el presupuesto por lo que necesariamente tenía que hacer un DNU que pudiera darle crédito. La inflación y la aceleración de la inflación se estaba comiendo toda la partida presupuestaria entonces no es una medida, es una necesidad que tenía el Gobierno para seguir funcionando".
Además, agregó que "el anuncio de las tasas responde y se acelera por esta inercia de los propios problemas que se infringe con el financiamiento de los bonos. El aumento de una incertidumbre que hay en la economía, la hace muy poco atractivo y empezaba a generar desconfianza para la compra de títulos o bonos, sumado a un nivel muy bajo de depósitos de la población. Sin embargo, el efecto va a ser efímero porque la aceleración de la inflación transforma muy rápidamente la tasa en negativa. Por eso no creo que tenga mucho impacto en término de los ahorros en plazo fijo por parte de los particulares aunque le da un respiro a las cajas de las empresas. La principal preocupación de los gerentes de finanzas de todas las empresas, pymes medianas o grandes es que hacen con la cantidad de pesos que tienen en un contexto de alta inflación. Puede mejorar el perfil pero no alcanza para cambiar sustancialmente lo que estamos viendo en el sistema financiero y es que, Argentina hoy tiene no sólo los títulos sino también acciones en niveles muy bajos, históricamente bajos, pero a pesar de eso no hay ningún interés por parte de inversores de querer entrar, es como que todavía están esperando más ruido o daño en valor de los activos para poder entrar".
Agregó que "Argentina está, por la incapacidad del Gobierno, administrando una crisis que cada día se profundiza más. Estamos discutiendo 15 meses antes de las elecciones los temas que deberíamos estar ver el año próximo. Después de haber firmado el acuerdo con el FMI, las empresas dejaron de mirar en términos de medidas macroeconómicas a esta administración. Da la sensación que el Gobierno no tiene mucho más para ofrecer y no porque no tenga tiempo sino porque carece de capacidad política para generar un conjunto de políticas económicas que cambie las expectativas de los agentes para bien o para mal".
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Indicó que esto sigue con un Gobierno que "ha perdido la capacidad, por la crisis en la cual está sumido en términos políticos, en la administración de lo público, lo que vivimos en relación con la obra del Gasoducto Néstor Kirchner. No hubo un problema de corrupción, sino un problema de incapacidad de llevar adelante una obra que era necesaria para la Argentina. El Gobierno nos va a llevar a los panzazos hasta el año que viene. No veo la capacidad, ya no técnica sino política del Gobierno, de poder poner en marcha un conjunto de acciones que generen una estabilidad para poder mejorar la situación de la economía para el año que viene. De alguna manera lo que le están observando los distintos agentes es que vamos a mantener esta situación de administración de los desequilibrios hasta el año que viene".
Y aclaró que quiso decir con "panzazos": "Vamos a ir a una segunda parte del año que va a ser mucho más exigente y tensa que lo que ha sido esta primera parte, que producto de un contexto internacional favorable, con los precios más altos en los últimos tres décadas, mejoró la liquidación de exportaciones. Aún así no se ha podido acumular reservas ni frenar el proceso inflacionario ni nada que genere un cambio de expectativas. Hacia adelante tenemos que esperar una economía que tiende a trabajar en un régimen de alta inflación. Hoy estamos más cerca de terminar en año en una inflación más cerca al 80% que al 70% y cualquier equivocación, descuido, error no forzado que cometa el Gobierno nos pone en una inflación de 3 dígitos".
"Vamos a ir a un contexto en donde la inercia inflacionaria va a generar una mayor presión social. Comenzamos el año con paritarias al 40%, en marzo 45% se revisaron al 60% y por como viene la inflación en la última parte del año vamos a estar revisando todas las paritarias. Esto ha generado un piso inflacionario muy alto para el año que viene", comentó.
Finalmente, dijo que el Gobierno "va a tener que aumentar el ritmo devaluatorio que por ahora lo trae por debajo de la inflación, por lo que va a tener un dilema: devaluar o reservas. Si no quiere devaluar para que no afecte la inflación va a tener que aumentar los controles. Por lo tanto en una segunda parte del año, con menos liquidación de divisas vamos a una economía más controlada y administrada en el flujo de dólares".
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Por otro lado, se genera un deterioro en término de los ingresos. Los salarios vienen corriendo detrás de la inflación y con la suba de tasas vamos a una desaceleración del nivel de actividad.