Después del cripto crash sale una nueva cripto Luna al mercado ¿Cómo será?

Desde ayer, Luna está de nuevo en carrera en el mundo cripto. Después del colapso de hace unos 25 días, cuando LUNA y UST (TERRA) cayeron hasta valer menos de un centavo de dólar, parece resurgir como el ave fénix. ¿Es la misma LUNA que se hundió? Si y no, por eso vamos a tratar de explicarlo.

La caída

Hace algo más de un mes, la criptomoneda LUNA llegó a cotizar a U$S119 por unidad. Era una de las cripto estrellas del panel y estaba entre las 10 más fuertes junto a UST (TERRA) su criptomoneda hermana, perteneciente al mismo proyecto blockchain, pero con una función y objetivo diferente: UST TERRA se cotizaba siempre 1 a 1 con el dólar estadounidense porque era una criptomoneda estable.

Ambas se derrumbaron en muy pocos días de una forma impensada. LUNA cayó hasta valer U$S 0,00001 (ni siquiera un centavo) y UST bajó hasta U$S 0,03. Ambas criptomonedas estaban muertas y sepultadas.

¿Qué pasó después?

La comunidad de TERRA decidió sostener el proyecto que se estaba cayendo a pedazos. Ante la imposibilidad de recuperar LUNA y UST (TERRA), optó por crear una nueva red blockchain, llamada Terra 2.0, con una nueva criptomoneda, que se llama igual que la que se acaba de ir a pique hace algunas semanas. Respecto de UST, no habrá una nueva versión. La stablecoin pasará a la historia como uno de los grandes fracasos cripto.

La nueva Luna, por lo tanto, reemplazará a la vieja LUNA, que a partir de ahora se llamará LUNC (Luna Classic) y todos los que tenían en su poder criptomonedas de la vieja LUNA y de UST (TERRA), recibirán en las próximas horas en canje, la nueva cripto Luna, para que puedan tener la esperanza de recuperar todo el dinero que se les esfumó de las manos. Sobre esta distribución de la nueva Luna, que en los medios se está denominando con el término Airdrop, entraremos en detalle más adelante.

¿Se puede hacer esto?

Sí se puede, porque los proyectos blockchain de criptomonedas no son iniciativas puramente privadas con la estructura de una empresa tradicional, donde hay un dueño que responde absolutamente por todo y del otro lado, empleados y clientes.

Los proyectos blockchain se los denomina DAO, sigla en inglés que quiere decir Organización Autónoma Descentralizada.

En el caso del proyecto Terra que acaba de estrellarse y el Terra 2.0 que acaban de iniciar, ambos reposan en la estructura de una DAO, que es una comunidad formada por personas e instituciones que se suman al proyecto aportando capital, financiación, conocimiento, expertise, ideas, aplicaciones innovadoras para esa red, o su plena confianza en la propuesta para llevarla a la práctica, adquiriendo la criptomoneda.

Estas comunidades son de carácter horizontal y democrático, a tal punto que en las decisiones importantes, la mayor parte de los miembros de la comunidad tiene derecho a voto. Es más, aunque el proyecto tenga un creador, o un líder, que es quien promovió la idea y la llevó a la práctica, es la comunidad de la DAO la que decide qué camino toma el proyecto más allá de la opinión del creador.

Es necesario entender esto para comprender cómo funciona el mundo de las criptomonedas. Si quisiéramos compararlo con estructuras de la economía tradicional, sería lo más parecido a una cooperativa, en donde muchas personas se juntan con un fin determinado, aportando su capital monetario, de trabajo, su infraestructura o conocimiento, para que unidos, obtengan mayores beneficios, y donde todos sus integrantes están representados en una comisión y asambleas para votar las decisiones.

¿Cómo se benefician por los servicios que prestan?

Con la criptomoneda, que va a tener una mejor cotización en el mercado y va a ser adoptada por más personas e inversores, si el proyecto marcha por buen camino y progresa.

¿Cuál es y cuál fue el proyecto de Terra Luna?

Crear una red blockchain, sobre la que funcionarán a alta velocidad contratos inteligentes y pagos electrónicos. El sitio del nuevo proyecto Terra 2.0 (https://www.terra.money) propone: "Con el apoyo de la inigualable comunidad #LUNAtics, únase a un ecosistema diverso y de rápido crecimiento con proyectos en DeFI (tecnología financiera y contratos inteligentes), Web3 y NFT (Token No Fungibles)"

El pionero

Todo proyecto de este tipo tiene un líder, un pionero, que dio el primer paso para que luego la comunidad lo tome para administrarlo y llevarlo adelante. En el caso de Bitcoin, ese pionero es Sathoshi Nakamoto, quien fue el que envió el programa a unos colegas para que lo ejecutaran en sus computadoras y empezaran a operar, aunque nada se sabe de él ni nadie nunca lo ha visto, siendo testimonio de su supuesta existencia, apenas una decena de e-mails.

El joven genio rusocanadiense, Vitalik Buterin, es por su parte, el creador y referente de la segunda cripto más importante del mundo: Ethereum.

En el caso de LUNA, su creador es el experto informático surcoreano Do Kwon.Y fue él quien, a través de su cuenta de Twitter, propuso poner fin a la existencia de UST y crear una red blockchain nueva para impulsar una nueva Luna, con el proyecto Terra 2.0.

Sin embargo, su propuesta fue eso, una propuesta, que la comunidad de Luna, conocida como los LUNAtics, debatió con reproches, posturas a favor y en contra y finalmente votó en las últimas horas.

Según lo reflejado por el diario on line especializado Cointelegraph.com, (https://cointelegraph.com/news/exchanges-show-initial-support-to-terra-revival-by-listing-new-luna-token) la propuesta de Do Kwon, escrutados el 89% de los sufragios, resultó de la siguiente manera. Por si acaso duda, el resultado es de millones.

-A favor: 200.407.754 - 66,51%

-Abstención: 64.187.775 - 21,30%

-En contra: 1. 005.410 - 0,33%

-Sin votar: 35.709.494 - 11,85%

¿Cómo será el canje de la nueva Luna por la vieja LUNA o LUNC?

Según sitios especializados y la comunidad de Terra, el canje o airdrop ya comenzó y se extenderá en las próximas horas.

Ya se determinó una fecha de corte por la cual quienes poseían las cripto LUNA o UST antes de esa fecha, recibirán las nuevas Luna en determinadas condiciones.

Para los poseedores de menos de 10.000 LUNA o menos de 500.000 UST, que se hicieron de estas criptos antes o después de la fecha de corte, recibirán de entrada, el 30% del total de canje previsto y el 70% restante, dentro de seis meses y en 24 cuotas iguales.

Los que tengan menos de 1 millón de Luna, deberán esperar un año y luego se les canjeará en un plazo de 24 meses. Mientras que los que tengan más de 1 millón de Luna, también deberán esperar un año pero el canje se terminará de completar en 48 meses.

Las próximas horas darán cuenta de si el airdrop de Luna funciona bien, y si tiene buena recepción en el criptomundo. Por ahora, mientras la vieja LUNA o LUNC (como se llamará a partir de ahora) cotizaba anoche a U$S 0,00008, la nueva Luna se intercambiaba a U$S 5,51 por unidad. Su futuro dependerá ahora del empeño de la comunidad que desarrolla el proyecto y de la confianza del mercado, un elemento crucial que deberá recuperar.