La denunciante relató detalladamente los hechos que ocurridos en junio de 2021.
Nuevo escándalo en Boca: Villa, denunciado por abuso e intento de homicidio
El delantero de Boca, Sebastián Villa fue denunciado nuevamente por violencia de género en una causa caratulada por abuso sexual y tentativa de homicidio en un hecho sucedido en junio de 2021.
La víctima presentó una acusación penal contra el jugador Xeneize y relató como fueron los hechos. Iniciaron una relación en el año 2020 y todo habría sucedió en 2021.
"Compartiendo distintas clases de situaciones, almuerzos, cenas, etcétera, lo que permitió que conozca a su entorno más íntimo, como lo son los familiares, amigos, y compañeros de su club de fútbol", expresó en su declaración contando como se conocieron.
"Para el día de los hechos que aquí denuncio habría pasado poco más de un año de habernos conocido. Y luego señaló que su relación tuvo idas y vueltas como cualquier otra, pero remarcó que Villa era una persona violenta y agresiva, pero sólo verbal "hasta el día de los hechos".
El relato del hecho
El 26 de junio de 2021 ocurrió todo: "El señor Villa me pide que lo acompañe a una casa de un Barrio Cerrado cercano a donde él se encontraba viviendo en la Localidad de Ezeiza, para ser parte de un asado en donde se hallaban varios compañeros del plantel de Boca Juniors".
"Sobre las 22 horas aproximadamente, Sebastián había injerido una gran cantidad de alcohol y si bien estaba acostumbrada a verlo en ese estado, empezó a hacerme una escena de celos porque yo habría tenido -según el denunciado- un encuentro con un compañero del plantel. En el transcurso de esta escena, comenzó a elevarme el tono de su voz y en consecuencia a ponerse más violento de lo habitual, razón por la cual, dicha circunstancia hizo que nos retiráramos de la casa/quinta en donde se realizó el asado, ello poco después de las 22 horas, aproximadamente".
"Comenzó lo que fue la peor situación de mi vida. El denunciado me empezó a hablar mal y a maltratar. Tras insultarme, y al verlo en ese estado violento, le advierto que de seguir con dicha actitud me iba a retirar e irme. Frente a dicho planteo, me manifestó que se iba a portar bien y luego por unos minutos se calma y me propone de ir a dormir. Así las cosas, estábamos acostados porque nos íbamos a dormir como una noche habitual, Sebastián había tomado más de una botella de whisky", continuó.
"Él me estaba acariciando en la cara, cuando de repente se pone violento, me aprieta con fuerza la mandíbula y la nuca, me pega una cachetada y me dice ‘¿te gustaron mis compañeros?'. En ese momento me pongo realmente mal y comienzo a llorar y le digo: ‘Pará, Sebastián, ¿qué hacés?' Entonces frena y yo le digo que me quiero ir, sin saber si esa violencia se iba a agravar por mi intención de huir. Me responde que me calme, que pare con la bobada y que no me enoje, y a partir de ahí creí que se iba a calmar por lo que seguimos acostados".
"En ese momento, estaba absolutamente aterrorizada, y se me vino a la cabeza los antecedentes de violencia que tenía Sebastián, según los medios de comunicación. Allí, él cruzó un límite que no había cruzado antes, el de levantarme la mano, lo cual para mí ya era motivo categórico de ruptura. Yo sentía entre temor y bronca por el golpe recibido, sin saber cómo actuar, realizando un análisis interno de cual sería el proceder que me evite agravar mi vulnerable posición, teniendo en cuenta que afuera solo se encontraba su seguridad, quien de manera indiscriminada se ocupa de tapar absolutamente todas las acciones de Sebastián, y en quien yo en ese momento no confiaba".
El abuso
"Es por ello, que entre lágrimas producto del golpe, él comienza a acariciarme el pelo, me seca las lágrimas y me empieza a besar, pero acto seguido me aprieta devuelta la mandíbula con mucha fuerza -impidiéndome respirar por muchos segundos hasta que logré zafarme de esa situación-, y me muerde de manera violenta los labios. En esos momentos pensé que pretendía matarme. Todas esas prácticas no eran para nada habituales entre nosotros en las prácticas sexuales que manteníamos".
"A partir de ahí vuelvo a ponerme a llorar y decido irme a pesar del temor que tenía a enfrentarlo, me siento en la cama y comienzo a vestirme, poniéndome la ropa que me había sacado para dormir, por lo que Sebastián al ver que me estaba queriendo ir comienza a decirme ‘no se vaya, no se vaya' y se dirige hasta la puerta para cerrarla, no pudiendo recordar en este momento si la puerta tenía traba y/o llave, pero pudiendo reconocer el gesto y el sonido de la puerta trabándose".
"(...) Después de abusarme, Sebastián salió de la habitación, situación que detallare más adelante, y tenía algunas invitadas. Lo cual me llevo con el tiempo a pensar que su intención de someterme y violarme estuvo absolutamente premeditada, dado que, si el de verdad hubiera querido irse a dormir, el seguridad nunca dejaría entrar a mujeres invitadas, ni pondría la música al volumen que la pusieron para continuar con lo que para ellos en apariencia era un encuentro festivo".
"El denunciado comenzó a abusarme, propinándome algunos golpes, y tapándome la boca con su mano, momento en el cual yo le realice algunos rasguños producto de querer salir de esa situación. Me abuso, en principio de frente (estando boca arriba), y terminó poniéndome boca abajo, casi sin dejarme respirar, dado que entre gritos y llantos me fui quedando sin aire, a esto se le sumo su cuerpo arriba mío y su mano en la boca, lo cual se agravo cuando me dio vuelta y me apretaba la cabeza contra la cama. Es importante señalar que me fui quedando sin aire y sin fuerza a lo largo del abuso".
Luego detalló que le ofreció dinero para callarla.