La Justicia imputó a algunos de los que compraron materias en la UNCuyo, pero no avanza sobre los responsables principales. El Post te cuenta la posta.
UNCuyo: compraventa de materias y mentiras judiciales
Esta semana, la Justicia Federal decidió imputar a puntuales alumnos y algún que otro empleado de bajo rango, en el marco de la investigación por adulteración de notas en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Hasta ahí nada nuevo bajo el sol, sobre todo porque el Post ya publicó media docena de notas de investigación con documentos que lo prueban por demás.
Lo curioso es que el Juzgado Federal número 3, secretaría D a cargo del juez Marcelo Garnica, puso el foco en los responsables que ostentan poca gravitación, y nada ocurrió con los más relevantes, una de ellas la decana Claudia García.
Por lo que pudo saber este diario, no habrá indagación independiente ni búsqueda de la verdad “hasta las últimas consecuencias”, como suelen decir los investigadores. Baste mencionar a ese respecto que el juzgado de marras permitió a la UNCuyo ser querellante en el expediente. Si buscara responsabilidades en esa casa de estudios, ¿realmente lo habría permitido?
En paralelo, mientras la justicia hace que avanza, la Universidad de Cuyo hace lo propio: a través de un comunicado aseguró en las últimas horas que investiga “a través de un sumario administrativo, a cargo de un abogado externo, a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (…) Se analizan las situaciones de quienes resultaron acusados en la investigación sumaria preliminar”.
¿Cómo es posible llegar a la verdad si algunas de las personas que comandan la comisión investigadora son las mismas que permitieron la venta de materias? Está claro, como se dijo, que el hilo finalmente se cortará por lo más delgado.
El comunicado que envió la UNCuyo a los medios es falaz y hasta risueño: asegura que se creó un Área de Control Administrativo Académico y que se lleva adelante una auditoría externa de títulos a cargo de la Universidad Nacional del Litoral.
Ambas “verdades” son fácilmente refutables: en primer lugar, ¿cómo creer que existe real interés en controlar el desmadre que fue la compraventa de materias si se sigue utilizando el viejo sistema informático, el mismo que permitió el descontrol que hoy investiga la Justicia?
En segundo término, ¿cómo es posible que la Universidad del Litoral pueda auditar a la UNCuyo cuando parte de la documentación que precisa para hacerlo —original) está en poder de este diario?
Ciertamente, lo que ocurre en estas horas es una puesta en escena, en el contexto presumible de que se esté por cerrar la etapa investigativa —de instrucción— judicial. Una vez más: nadie de peso caerá en la volteada.
“Ellos quedan como los grandes héroes y nosotros los empleados embarrados hasta el cuello. Hablan tan deliberadamente y ponen a estos caraduras como grandes honestos y que gracias a ellos todo esto se lleva a cabo, cuando todo el tiempo lo ocultaron y trataron de complicar todo. ¡Son unas caraduras!”, dijo con indignación una alta fuente de la UNCuyo al Post.
-Nos llama la atención el comunicado, que digan que están auditando desde afuera…
-¿Cómo puede ser, y a vos te consta, que esta Universidad del Litoral, esté haciendo una auditoria? ¿Con qué elementos, si le faltan muchas de las "actas originales" de las personas cuestionadas?
-¿Y lo de la comisión interna en la universidad?
-Son mentiras que hay una Comisión de auditoría, la formaron, sacaron una resolución pero nunca nombraron a las personas ni hay nadie laburando en el tema. La verdad que me sorprendió el comunicado de la UNCuyo, son unos caraduras.
-¿Creés que habrá justicia?
-Lo dudo, creo que esta señora decana —Claudia García— con esto que ahora apoya a Daniel Scioli debe haber arreglado algo con el juez.
-De todos modos, tengo entendido que en la UNCuyo la Franja Morada le ha pedido la renuncia a la decana por lo que hizo…
-Sí, y docentes radicales que la apoyaban también están enojadísimos.
Ver también: La UNCuyo congeló la investigación por la compraventa de materias
Colofón
El comunicado que emitió la UNCuyo en las últimas horas, parece una broma de mal gusto. Por caso, al final del mismo asegura que “las autoridades universitarias reafirman la intención de llevar a fondo la investigación sumaria y aseguran que, de confirmar que hubo responsables que cometieron delitos, falsearon registros y resultados en exámenes, se aplicarán las sanciones que correspondan sin excepciones”.
¿Realmente harán lo que deben hacer con los responsables verdaderos, los que permitieron que ocurriera lo que ocurrió? ¿Llegarán hasta lo más alto de las responsabilidades, que incluyen a la decana García, su séquito, y que roza a Daniel Pizzi con su silencio cómplice?
Finalmente, por lo que pudo saber este diario, el miércoles 4 de noviembre hubo una reunión extraordinaria del Consejo Directivo de la Facultad.
Allí se habló de cuál sería la estrategia a seguir —entre otras cosas, se decidió emitir el comunicado ad hoc— y se acordó cuáles serían las pautas a futuro para que parezca que existe interés en llegar a la verdad. Es solo humo, finalmente.
Cuando alguien realmente se decida a investigar, ya sea la Justicia o la casa de estudios, solo debe pedir al Post las pruebas acopiadas en los últimos meses.
Son documentos originales, imprescindibles para descorrer el velo de la mentira. Eso sí, quien se interese por ellos, debe recordar la frase del célebre escritor español Manuel Vicent: “El que busca la verdad… corre el riesgo de encontrarla”.