Por debajo de los U$S 40.000 genera inquietud, pero también oportunidad de compra.
Estable hace tres meses, el precio de Bitcoin pone nervioso al mercado
Hace 12 días que Bitcoin flota en un estrecho margen de precio que oscila en apenas cuatro mil dólares de diferencia entre el piso y el techo de cotización, en medio de nuevos rumores de desplome, temores que reaparecen cada vez que BTC perfora el piso de los U$S 40.000, como ha ocurrido en las últimas horas.
Sin embargo, la situación de estos días no es nueva. Bitcoin viene oscilando entre los U$S 37.000 y los U$S 47.000 desde el 3 de febrero pasado. Hace casi tres meses que se mantiene en ese canal de precios, que a veces se ha vuelto más estrecho y otras veces, más amplio.
Este comportamiento que refleja el gráfico de cotización, muestra que la criptomoneda lleva más de 80 días estabilizada en ese rango de precios, habiendo logrado frenar y neutralizar la caída libre que comenzó el 9 de noviembre de 2021, cuanto tocó su techo máximo histórico de U$S 69.000.
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De allí, BTC inició un descenso que fue literalmente un tobogán, baja que recién se detuvo el 23 de enero de este año, cuando llegó a los U$S 32.900 para rebotar y buscar un nuevo rango de precios.
No es nuestra meta hacer pronósticos de a donde va a ir a parar Bitcoin, sino reflejar el movimiento del precio para contrastarlo con los rumores que suelen dar vueltas, alertando desplomes o profetizando alzas estelares.
La cotización de BTC en 2022 muestra que la cripto anotó su peor precio el 23 de enero pasado cuando su piso de cotización llegó a U$S 32.917 y luego fue encontrando progresivamente soportes más altos hasta construir un contrapiso en los U$S 37.000 que hoy está vigente.
En el camino, se encontró con un cisne negro que duró apenas un día: la madrugada que Rusia anunció la invasión a Ucrania, el precio cayó a los U$S 34.322 en menos de una hora. Pero como la ambición siempre es más valiente que el espanto, el mercado dejó a un lado los miedos y se puso en modo comprador porque Bitcoin ya estaba barato.
¿Y estaba barato? Este dato lo confirma: en los últimos 15 meses, que es muchísimo tiempo para la volátil dinámica de las criptomonedas, Bitcoin cotizó solo en dos ocasiones por debajo de los U$S 30.000, registros que marcó el 21 de junio de 2021 y el 19 de julio de 2021.
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Si se toma el valor promedio de los últimos 200 días, el precio de BTC marca hoy, U$S 47.800. El promedio de 100 días anota U$S 41.100 y el de 50 días, para tomar una foto de los últimos dos meses, marca U$S 41.900. Esto ayuda a entender por qué el mercado se pone en modo comprador cuando el precio se va por debajo de los cuarenta mil.
Así, cada vez que se encienden las alarmas porque BTC empieza a navegar en los mares treintenos, y aparece el monstruo que grita "Bitcoin will go to zero", paralelamente se activan las compras porque los traders del mercado no tienen dudas que mejores precios para acumular no van a conseguir, salvo una catástrofe.
La línea roja
De febrero de 2021 hasta acá, la profecía del fin del mundo cripto, ha estallado cuando Bitcoin ha perforado los U$S 35.000 y esa reacción tiene un argumento: es porque hay una línea roja trazada en los U$S 27.000 que podría desatar una gran corrida.
En esa línea roja permanecen programadas en los exchange o casa de cambio y cotización, múltiples órdenes de venta de Bitcoin. Se las conoce como Stop Loss y es una herramienta que permite a una persona que compra criptomonedas, programar automáticamente la venta de esta sin tener que estar pendiente de la cotización, con el fin de salvarse de un derrumbe inesperado del precio.
Los expertos en el mercado vienen diciendo hace tiempo que si BTC cae a los U$S 27.000, se activarán automáticamente miles de stop loss que dispararán una estampida de ventas y una caída mayor del precio.
A esa amenaza siempre latente se ha sumado un 2022 incierto para la economía, las finanzas y la seguridad del mundo por la guerra en Ucrania, algo impensado cuando comenzó el año, por la inflación, primero de Estados Unidos y ahora mundial, y por el aumento de la tasa de interés de los bonos del Tesoro norteamericano, que tradicionalmente impacta de forma negativa en el precio de BTC.
A diferencia de la guerra, el ajuste de la tasa del Tesoro, si era esperado en el mundo cripto porque a fines de 2021, la Reserva Federal anunció que aplicaría, al menos, cuatro aumentos. Por lo que el mercado de criptomonedas viene digiriendo esa noticia hace rato y está por verse si la procesó totalmente o no.
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La inflación en cambio, siempre jugó a favor del mundo cripto porque se suele convertir para los inversores que se animan a entrar allí, en refugio de la devaluación del dólar.
La última novedad ahora, es que los economistas y financistas hablan de una recesión mundial en puerta y saber que va a ocurrir con las criptomonedas es complejo.
Podría pensarse que, sin rendimiento en las ganancias en los mercados tradicionales, los flujos de inversión quieran aprovechar el volátil mercado de criptomonedas, que hoy está a precios atractivos, con el fin de diferencias rápidas impulsando un nuevo raid alcista.
Por el contrario, también podría suceder, que los inversores decidan refugiarse en los bonos del Tesoro de Estados Unidos, aprovechando los aumentos por venir de la tasa, sabiendo que América siempre paga. En ese caso el mercado cripto no se vería beneficiado.