Rusia anunció un cese al fuego de la fábrica de acero Azovstal para que la resistencia y refugiados que hay allí se rindieran. pero la resistencia continúa. Se prevé que los combates sean más fuertes.
Luego de una tregua de horas, Ucrania no se rinde en Mariupol
Luego del asedio constante de las tropas rusas a la ciudad de Mariupol, que se encuentra en el camino entre la región prorrusa del Donbás y la de Crimea, anexada a Rusia en 2014, el Kremlin anunció este martes el cese de los combates en torno a la acería en Mariúpol donde están asentadas las fuerzas de la resistencia ucraniana.
Rusia anunció que dejará los combates momentáneamente para que las "fuerzas ucranianas depongan definitivamente las armas y se rindan sin disparar un solo tiro."
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, informó en la noche de este lunes que Rusia había comenzado "la gran batalla por el Dombás", después de un día en que las tropas de Putin lanzaran uno de los bombardeos más intensos sobre Ucrania, golpeando más de 300 objetivos.
La tregua que ofreció Rusia fue entre las 14 y 16 (8 a 10 de la mañana Argentina) terminó sin que hubiera rendición.
Además de suspender "toda acción militar", las unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia y de la autoproclamada República Popular de Donetsk se han replegado a "una distancia de seguridad" en todo el perímetro de Azovstal, la acería más graqnde de Ucrania, señaló el comunicado militar.
Putin condecoró a los respobnsables de la "Masacre de Bucha"
Según el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, el coronel general Mijaíl Mizintsev, a las 14.00 horas (8 de Argentina) del martes las fuerzas rusas abrieron tres corredores humanitarios para la salida voluntaria de los combatientes ucranianos que hayan depuesto las armas. Sin embargo, las informaciones hablan de que la resistencia continúa y hay combates en los alrededores.
Entre las 14.00 y las 16.00 hora local, debía producirse "la salida de todas las unidades armadas ucranianas y de los mercenarios, sin excepción, sin armas ni municiones", exigió Mizintsev, quien prometió el cumplimiento de "todas las normas de la Convención de Ginebra sobre el trato de los prisioneros de guerra."
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