Los problemas del corazón en la adultez pueden tener sus inicios durante la infancia.
Estos 5 factores de riesgo anuncian que vas a sufrir un infarto
Aunque por lo general pensamos que el riesgo cardiovascular aumenta por el estilo de vida en la edad adulta, existen pruebas de que hay factores que pueden "anunciar" futuros problemas del corazón ya desde la infancia.
Un estudio recientemente publicado en el New England Journal of Medicine detalla que existen hasta cinco factores de riesgo en niños que pueden ser señales de un infarto en la adultez.
Esta investigación, dirigida por Terence Dwyner, asegura que los factores son: el índice de masa corporal o IMC, la tensión arterial, el colesterol, los triglicéridos y el tabaquismo en la adolescencia, recoge el sitio El Español.
La combinación de dos o más de los mencionados factores en la infancia, estaría directamente relacionada con el aumento de riesgo a partir de los 40 años.
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De esta manera, el autor de la investigación asegura que es importante empezar a trabajar en "estrategias preventivas potentes" desde la niñez.
Este estudio se realizó con la participación de 38.589 voluntarios de Australia, Finlandia y Estados Unidos, de entre 3 y 19 años, con un seguimiento de 35 a 50 años de media.
A partir de los datos obtenidos, creen que se podrían predecir tanto eventos fatales como no fatales, teniendo en cuenta los factores de riesgo de manera individual o combinados.
Los resultados demostraron que el riesgo de eventos cardiovasculares se observaba en la mitad de los niños y que algunos tenían hasta nueve veces más de riesgo que otros.
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Los investigadores no se vieron del todo sorprendidos, ya que desde hace tiempo se sabe que los niños muestran signos tempranos de grasa en las arterias.
Pero esta nueva evidencia justificaría una mayor inversión en programas para prevenir el desarrollo de factores de riesgo en niños para que los profesionales de la salud comenzaran a tenerlo en cuenta.
También es cierto que se pueden realizar acciones preventivas en la edad adulta, mejorando el estilo de vida a través de una buena alimentación y ejercicio físico; pero los nuevos estudios apuntan a que se puede hacer mucho más desde una temprana edad para evitar daños más adelante.