Las dietas bajas en carbohidratos limitan mucho la fibra, especialmente presente en legumbres, frutas, semillas y hortalizas.
Así se venga tu cuerpo si no le das suficientes carbohidratos
Los que saben, aseguran que, en líneas generales, los carbohidratos deben representar el 50 o 55 % de las calorías diarias de la dieta.
De hecho, las Dietary Guidelines for Americans recomiendan que los carbohidratos representen entre el 45% y el 65% del conteo calórico.
Mucha gente confunde abandonar los hidratos de carbono simples y poco saludables como el pan blanco, los panificados o la comida chatarra, con suprimir o dejar a niveles mínimos este macronutriente tan esencial en tu dieta.
Las dietas bajas en carbohidratos limitan mucho la fibra, especialmente presente en legumbres, frutas, semillas y hortalizas.
Tu cuerpo transforma los hidratos en un azúcar, conocido como glucosa, principal fuente de energía para procesos fisiológicos y actividades de la vida cotidiana.
Ver además: ¿Qué engorda más los fideos o el arroz?
También alimentan los órganos vitales, incluyendo el cerebro, el sistema nervioso central y los riñones, y son especialmente cruciales a la hora de hacer ejercicio.
Para adelgazar, muchas personas reducen los hidratos, incluso de forma exacerbada y peligrosa, lo que puede traer más problemas que beneficios.
En las personas que consumen pocos hidratos de carbono son habituales consecuencias como el mal aliento, el estreñimiento, el dolor de cabeza y los calambres.
Los dolores estomacales y problemas digestivos pueden multiplicarse si limitas los carbohidratos, ya que consumirás menos fibra, un nutriente clave para aumentar el volumen de las heces y mantener un tracto gastrointestinal saludable.
Incluso, prescindir de carbohidratos es perjudicial para el corazón, ya que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y arritmia a largo plazo.
A su vez, una disminución en la ingesta de carbohidratos va de la mano con un aumento en la micción, lo que provoca que se eliminen varios nutrientes del organismo.
La carencia de potasio puede desencadenar otros efectos perjudiciales, como problemas de presión arterial o cálculos renales. Tu musculatura también precisa este mineral para funcionar adecuadamente.
La falta de hidratos no solo atañe al cuerpo, sino también a la mente: un menú sin carbohidratos perjudica la calidad del descanso e higiene del sueño.
Te puede interesar: Sí, hay alimentos que sirven para deshinchar la panza: estos son