El titular de Coninagro, el mendocino Carlos Iannizzotto, aseveró que Alberto Fernández y el kirchnerismo tienen una orientación anti productiva.
"La única política del Gobierno es reemplazar al sector privado por el Estado"
Carlos Iannizzotto integra el reducido círculo de mendocinos que tienen funciones nacionales muy importantes, ya sea como miembros del gobierno nacional, liderando la oposición política, a nivel empresario, en entes autárquicos o como es el caso de él, a frente de una de las grandes organizaciones de productores agropecuarios: Coninagro, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria. La preside por segundo periodo consecutivo y es una de las cuatro grandes entidades del campo.
Profundamente crítico con el Gobierno nacional asegura que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner "es nefasto". Tampoco tiene piedad con la oposición sobre la que dice que "al momento de los bifes es débil" y que solo está preocupada por ganar cargos y poder político para el 2023.
La última novedad del gobierno de Alberto Fernández es el lanzamiento de una empresa nacional de alimentos ¿Cuál es su opinión?
Mire, los sectores del cooperativismo estamos totalmente en contra de esta iniciativa, que busca reemplazar desde el Estado al sector privado, cuando las empresas públicas ya tienen déficits gigantescos de miles de millones de dólares. Acá, se pretende intervenir poniendo palos en la rueda a la producción, que al final van a debilitar al Estado y lo único que va a generar es más pobreza.
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En enero las entidades del campo sacaron un comunicado muy duro contra el Gobierno nacional, rechazando sus medidas, acusándolos de persecución ideológica e inclusive de pretender aplicar políticas de Corea del Norte y China. ¿Qué está pasando? ¿No hay diálogo?
En el Gobierno nacional existe una orientación anti productiva, en la cual consideran que el Estado es el que debe administrar los recursos de la Nación. El ejemplo son ideas como esta de la empresa nacional alimentaria. Y la persecución está fomentada porque, los que no aceptan en su totalidad lo que el gobierno manifiesta son tildados de macristas, y el macrismo, lamentablemente ha tomado una conducta similar, porque cuando uno habla de una postura social, te tachan de kirchnerista.
¿Por qué una política anti productiva?
En vez de tener una política productiva tenemos personas en el gobierno nacional, que están en oficinas, esperando que los llamen del Banco Central o el gobierno, desde donde les dicen ‘apretemos porque necesitamos más dólares', y la forma de apretar es anunciar por ejemplo, el fideicomiso para la carne, la soja, el trigo y el maíz que hicieron en enero, a través del cual quieren administrar la oferta y la demanda desde el Estado, para que supuestamente haya más oferta de carnes o cereales en el mercado interno, y además el Estado sería quien diga si esas operaciones se pueden realizar o no.
¿A través del fideicomiso le dirían a qué precio vender y cuándo vender?
Claro, este es el problema. Es una medida intervencionista que ya la han hecho Nicaragua, Venezuela y los países del bloque socialista, que destruye la competencia. Esto lo quieren hacer porque en el gobierno creen que hay megaempresas, que es cierto que las hay y que la economía argentina está concentrada, pero le aseguro que de esta manera es peor porque las megaempresas tienen espalda, tienen inversiones financieras, inmobiliarias y el productor solo tiene inversiones ganaderas o en lo que cultiva.
Entonces hay que buscar otro tipo de política para que las grandes empresas contribuyan a que haya mayor movilización social y no acogotarlas porque eso no se va a lograr nunca y al que van a terminar acogotando es al productor.
La producción no forma precios. Yo soy productor de vinos y lo que nos pagan solo llega, en general, al 10 o 12% del valor de góndola, la carne llega al 15%, la leche está en el 7%, el trigo está en el 4% del valor del pan, entonces es un error lo del fideicomiso.
¿Por eso la reacción de las entidades del campo con el comunicado?
Así es. Lo que pasa es que el gobierno no tiene coherencia en sus propuestas porque no hay un plan económico ni agroindustrial. Nosotros, con el Consejo Agroindustrial, presentamos un proyecto de ley en el Congreso de la Nación para potenciar las exportaciones a través de una baja en las retenciones y otras medidas como las cartas y créditos de exportación, que consisten en financiar a tasa baja la primera operación que se va a cobrar recién en 180 días, para empezar de inmediato con la segunda. Esto generaría rápidamente más producción y empleo. Ese proyecto incluye no solo al sector cerealero sino a la vitivinicultura, a todo el sector agroindustrial. El mes pasado se comprometieron a incluirlo en el tratamiento de sesiones extraordinarias, pero lamentablemente el llamado a extraordinarias se cayó, así que vamos a tener que seguir esperando.
¿Por qué el gobierno no tiene interés en un proyecto para exportar si está necesitando divisas?
Este es el contrasentido que tienen y creo que es su filosofía, que es cuidar el mercado interno (el nacional) y no el internacional porque considera que con el mercado internacional se benefician unos pocos y con el interno nos beneficiamos todos.
Esto suena lindo pero la realidad es que no es así porque si no tenemos producción no nos podemos beneficiar. Si la realidad es que cada vez hay menos producción. La realidad de la Argentina, es que tiene un mercado interno muy chico y la única manera de que tener superávit y recursos para repartir, es que haya una fuerte exportación, que ingresen divisas genuinas con mano de obra incorporada, porque cuando uno no exporta tiene que importar si o si, y cuando pasa eso, como fue en la época del ex presidente Carlos Menem, al final también estás importando mano de obra. Es decir, se vuelve exactamente al revés de lo que se quiere hacer.
¿Cuál es el problema del mercado interno? ¿No es rentable?
Claro, el mercado interno no tiene los recursos necesarios para absorber la gran capacidad de producir que tenemos que es el otro aspecto positivo, pero bueno, a más del 40% de la población no le alcanza para llegar a fin de mes, entonces trabajemos de otra forma para ver como solucionamos ese tema y produciendo más es una de las maneras de aliviar la pobreza.
Habíamos presentado este proyecto de exportación para aumentar la producción, pero el gobierno se debate en colisiones internas en donde hay un sector con orientación intervencionista, burocrática y que no coincide con la visión que tiene el sector productivo.
Por eso costó tanto lo de la carne, porque el cepo sigue, aunque en menor medida, pero sigue cuando quedó demostrado que el precio de la carne subió más con el cepo que antes del cepo. El problema con la carne es que el consumo bajó porque hay un problema del bolsillo, un problema macroeconómico que no está vinculado a las exportaciones y esto lo demuestra la práctica, la mayor cantidad de países que exportan no tienen cepo y no tienen inflación y tienen otro esquema macroeconómico.
¿Si el gobierno necesita dólares y espera desesperado la liquidación de divisas del campo cada año, por qué no tiene interés en exportar?
La lógica es imposible de entender salvo que se vincule a lo ideológico. El único modo de entender esto es que hay una visión económica del gobierno que es solamente consumista, no tienen una visión a largo plazo, solo quieren ponerle plata a la gente en el bolsillo para que consuma sin una producción y esto produce inflación. Nuestros países vecinos, Uruguay y Paraguay ahora están creciendo en sus exportaciones de carnes y granos mucho más que nosotros.
¿Se ha reunido con funcionarios nacionales para que les expliquen cuál es la lógica?
La explicación es el abastecimiento, pero muestran números que no condicen con la realidad, dicen que hay peligro de que no haya carnes por ejemplo y la verdad es que no hay antecedentes en la historia de que en la Argentina no se abastezca o no se consiga carne porque es imposible, porque además se consume cada vez menos carne. El problema está en el bolsillo, que no le alcanza la plata a la gente.
¿Y la oposición que dice del proyecto que presentaron?
Lo charlamos con los gobernadores, pero la política argentina es otro capítulo. En el mano a mano la oposición no hace más que despotricar contra el gobierno, pero en el momento de los bifes es una oposición muy débil, es una oposición totalmente vinculada a los acuerdos políticos y entonces se desnaturaliza todo.
Juntos por el Cambio tiene una postura en la cual trata de ver como coloca funcionarios, como coloca a los intendentes del conourbano porque ahí está la pelea para el 2023, y todo lo negocian en función de sacar partidas políticas para ganar la pulseada de la presidencia. Todo esto va por un camino separado al de la producción, el trabajo y el empleo.
Por eso acá no se debaten los problemas productivos. Juntos por el Cambio, debate con el oficialismo cuestiones de política partidaria, para ganar posicionamiento, para ganar elecciones.
Tampoco se ha visto a los gobernadores de las provincias productoras más afectadas quejarse por esto que reclaman ustedes.
La Mesa de Enlace estuvo reunida con la mayoría de las provincias ganaderas, y bueno, no pasó nada porque la verdad, nosotros somos una moneda de cambio y ahí comienza todo el problema para que después surja el cepo y un montón de cosas.
La respuesta política a un gobernador que quiso salirse del molde fue la resolución de Comercio e Industria que habla del fideicomiso para los granos, que sigue el cepo. Entonces ese gobernador, que quiso hacer algo después de esto, piensa que conviene más llegar a un acuerdo político que preocuparse por el tema del campo.
Esto es así hace muchos años. La política se ha metido en la economía, en la Justicia, ha cooptado todos los resortes para que nadie los apriete y ellos hagan su juego, sea (Alfredo) Cornejo, sea (Mauricio) Macri o sea (Axel) Kiciloff, y la Argentina está presa de una política que negocia y está viendo la presidencia del 2023, uno ve que cada fin de semana sale un nuevo presidenciable y los de aquí estamos cada vez más con los bolsillos más flacos.
Si avanza el fideicomiso sobre el maíz, la soja, el trigo y las carnes. ¿Creen que a futuro pueden incluir al vino y decirles a cuanto y cuando venderlo?
Todo es posible porque estas cosas ocurren cuando hay un conflicto político, donde hay un sector de la política que no quiere meterse u ordenarse. Ya lo dije, ellos quieren administrar los recursos de la Nación. Esto se está viendo en América Latina donde hay posicionamiento político de espalda de las necesidades de la gente y que busca apetencias personales y electorales. Sucede en los países de izquierda y en los países pobres, los que van por el buen camino no tienen este tipo de problemas.
En nuestro país hay un signo en la izquierda, que quiere avanzar hacia la renta, no creo con expropiaciones, pero sí sobre la renta que es una manera de afectar la propiedad privada.
Pero la izquierda tiene un discurso en donde avisa que piensa eso y va a actuar de esa manera. Si llegaran a gobernar estaría muy claro para donde quieren ir, pero el peronismo y Alberto Fernández no tienen un discurso de izquierda a ese nivel.
Es que lo de Alberto Fernández y lo de Cristina Fernández de Kirchner es realmente nefasto. Tienen un doble discurso, engañan, aumentan la grieta porque la gente está en un estado de necesidad muy grande y compra un discurso productivista cuando en la realidad a ellos lo que menos les interesa es eso. Los discursos del presidente Fernandez son sumamente contradictorios y alientan la producción. Yo he tenido muchas reuniones con él, pero luego, es increíble ese hombre como falta a la palabra
¿A qué se debe el aumento de las exportaciones de vino y el consumo?
Primero porque hay una planificación de muchos años, más allá de la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) que tiene una gran responsabilidad, pero hay muchas empresas que están liderando exportaciones, tecnología, calidad a pesar que el gobierno no le ha prestado atención a la industria del vino, solo ha colaborado en bajar las retenciones.
El contexto mundial sí nos ha favorecido mucho, los precios internacionales por las malas cosechas en otros países han coincidido con esto. Además hoy Argentina tiene un mercado internacional con altos precios en todos los productos agroindustriales y es una lástima que estemos desperdiciando esa oportunidad.
La vitivinicultura, como la yerba, la fruticultura lo ha podido lograr, no hay tantas trabas allí y existe una organización empresaria muy importante. No podemos ocultar que es un éxito empresario y bienvenido sea, pero aquí hay productores que estamos fuera de ese éxito porque nuestras unidades económicas son pequeñas y este es otro problema que hay que discutir en Mendoza: la matriz productiva. Hay muchos productores del vino que ya no entramos en ese éxito exportador.
Lamentablemente el gobierno provincial está haciendo la plancha con la vitivinicultura. Son las grandes empresas las que están caminando. Al pequeño productor no le dan bolilla y el trabajador rural que no gana más de $50.000, no tiene fuerzas.
Ahí tenemos una situación social muy dura que está oculta y el gobierno no hace nada. Hay que trabajar en esto porque son sectores sociales, vulnerables y estratégicos, y me incluyo en hacer una autocrítica. Acá dicen: ¡Nadie va a trabajar al campo! Pero, la verdad, con los sueldos que hay: ¿Quién va a ir a trabajar al campo?