Diversos estudios científicos certifican los efectos negativos del consumo excesivo y como es su influencia en el funcionamiento de nuestro organismo.
Esta es la cantidad de alcohol que afecta al sistema inmune
Es sabido que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas tiene un impacto negativo en el organismo afectando seriamente el sistema inmune que se encargan de protegernos ante la presencia de virus, infecciones o bacterias.
También han sido ampliamente difundidas las recomendaciones médicas de seguir hábitos saludables como realizar actividades físicas de forma periódica, realizar un plan alimenticio equilibrado y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Los límites que no hay que exceder
El Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAA, por sus siglas en inglés) y desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, definen como consumo excesivo de alcohol lo siguiente:
-Ocho o más bebidas a la semana en el caso de mujeres y 15 o más bebidas a la semana para los hombres.
- Un consumo moderado de alcohol se basa en una bebida al día para las mujeres y dos bebidas diarias para los hombres, en caso de que se trate de bebidas de baja graduación alcohólica.
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Los efectos reales y comprobados
Pero, en caso de consumir bebidas alcohólicas, ¿que límite no habría que pasar?. En este sentido, estudios internacionales confirman que jamás hay que excederse porque esto deja al organismo más vulnerable a desarrollar diferentes enfermedades o infecciones.
Es que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas influye negativamente en el funcionamiento del sistema inmune, contribuye al debilitamiento del organismo y reduce las defensas del organismo.
Específicamente, las investigaciones precisan que el consumo regular de alcohol puede reducir el número de linfocitos T periféricos y también parece ocasionar la pérdida de linfocitos B periféricos, tal y como informan desde la International Society of Substance Use Professionals. Esto reduce la capacidad del organismo para responder a agentes patógenos, por lo que provoca una mayor susceptibilidad a las infecciones.
Hay que tener en cuenta que ambos linfocitos están relacionados con las defensas del organismo y juegan un papel clave en el reconocimiento y destrucción de organismos infecciosos, como bacterias y virus.
Por otra parte, el alcohol también es perjudicial para el sistema respiratorio y afecta al sistema de defensa pulmonar, ocasionando modificaciones en la función inmune de las células locales.
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