Lamentablemente, este material no soporta cualquier tipo de producto de limpieza.
Cómo limpiar el acero inoxidable sin que queden marcas
El acero inoxidable es un material súper fiel, pero que se daña con facilidad, por eso es importante saber cómo limpiarlo.
Lo primero que debes saber es que tenés que alejarlo de la lavandina, ya que el cloro es su gran enemigo, no solo puede dañarlo sino decolorarlo.
Tampoco es conveniente que lo limpies con materiales ásperos o duros, como virulana, amoniaco o polvos.
Los trapos de microfibra, y los productos de limpieza suaves, son tus grandes aliados a la hora de limpiar el AI. Y es importante enjuagar el paño después de limpiar la superficie, y luego continuar.
Cuando hayas terminado, secá la superficie con una toalla, para que no queden manchas de agua.
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En caso de que halla restos de agua, cal o huellas, echá un poco de limpia vidrios en un paño suave y limpiá la mancha.
Para los cubiertos, lo mejor es mezclar bicarbonato de sodio en agua tibia, y limpiarlo con un trapo o una esponja suave.
Por último, secarlos con una toalla.
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