Con estos trucos vas a poder quitar la grasa de la cocina, los muebles y electrodomésticos, el suelo, los azulejos e incluso de las paredes.
El truco que no falla para quitar la grasa imposible de la cocina
La grasa es una sustancia que se adhiere fácilmente a las superficies y si no la limpias diariamente de la cocina o azulejos, con el tiempo se crea una capa que daña las superficies, acumula olores y luego es muy difícil de sacar.
A continuación te dejamos algunos trucos para eliminar la grasa de toda la cocina con elementos muy económicos.
1. Vinagre
El vinagre blanco o de alcohol es ideal para eliminar la grasa de cristales, vidrios y la puerta del horno.
Para fabricar un desengrasante a base de vinagre echa una taza de agua caliente, una taza de vinagre blanco, el jugo de un limón y un chorrito de jabón líquido de platos. Agita bien la mezcla para que se integren los elementos y aplícalo en todas las superficies que presentan textura grasosa.
Dejá actuar unos minutos y retira el producto con una rejilla semi-húmeda.
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2. Bicarbonato
Este blanqueador es ideal para quitar la grasa de los electrodomésticos y muebles.
Realizá una mezcla de agua y bicarbonato de sodio en un bowl o recipiente hondo. Luego, aplica la mezcla sobre la superficie que desees limpiar y frota con una esponja.
Dejalo reposar 30 minutos antes de enjuagar.
3. Jugo de limón
El jugo natural de limón tiene propiedades antibacterianas y desengrasantes, ideales para limpiar y desinfectar superficies y para quitar malos olores.
Rocia con jugo de limón las superficies afectadas por la grasa y deja actuar de 5 a 10 minutos. Luego, con un trapo húmedo limpia y seca la superficie.
4. Amoníaco
El amoniaco es el mejor de los desengrasantes. Lo único que debes hacer es echar una tapa de amoníaco en cuatro litros de agua y limpiar las superficies con esta solución. Dejalo actuar durante 30 minutos. Al retirarlo, enjuagá con abundante agua.
5. Aceite de cocina
Uno de los métodos más curiosos para limpiar la grasa más difícil de la cocina es usar aceite de cocina mezclado con bicarbonato de sodio.
En un vaso vertí aceite de cocina hasta la mitad y agrega 3 o 4 cucharadas de bicarbonato de sodio. Mezcla con una cuchara de madera hasta que obtengas una mezcla homogénea. Cuando tengas la mezcla, moja una servilleta de papel y esparcí la mezcla por las zonas más grasientas de tu cocina.
Después, con un trapo limpio retira la mezcla y listo.
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