Tiene tanta propiedades curativas y preventivas que se justifican todos los efectos antisociales que comerlo puede provocar.
Poderes del ajo: el superalimento más humilde de tu heladera
El poder del ajo se remonta de la Edad Media, y hasta el día de hoy se mantiene la costumbre en muchas casas de tener una tira de cabezas de ajo para ahuyentar las malas energías.
Y es que en el siglo XV no era raro que pasaran varios días, semanas o incluso meses hasta que un cadáver fuese finalmente enterrado, generalmente como consecuencia de alguna epidemia, por lo que los sepultureros usaban un collar de ajos alrededor del cuello para protegerse de los olores de los cuerpos en descomposición.
Este hábito se perpetuó como costumbre hasta el día de hoy, y esa protección, en países como Rumania incluía a los vampiros, y tiene su raíz médica.
En 2007, un grupo de investigadores de China publicó en la revista Food Chemical Toxicology los resultados de unos estudios que demostraban las propiedades de antiagregantes plaquetarios de los ajos. Uno de cuyos componentes, el dialil-trisulfidico, tiene la capacidad de inhibir o desactivar la formación de trombina, lo que suprime el sistema de coagulación y la formación de trombos.
Su contenido calórico es de 114 kcal por cada 100 g. Sus componentes mayoritarios son el agua, los hidratos de carbono (24,3%) y la fibra (1,2%).
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En menor proporción, contiene proteínas (5,3%), grasas (0,23%) y minerales como cinc (1,1 mg/100 g), fósforo (134 mg), calcio (17,8 mg) y hierro (1,2 mg), y algunas vitaminas, entre las que destaca la vitamina C (14 mg) y en menor cantidad B1 (0,16 mg) y B2 (0,02 mg) e indicios de vitamina A.
El ajo goza de la presencia de componentes antioxidantes ricos en azufre, como la aliína.
Esta sustancia, en contacto con el oxígeno se convierte en alicina, responsable de su característico y penetrante olor. A su vez la alicina se transforma en otros compuestos azufrados con numerosas propiedades terapéuticas.
-Es antiséptico, antibiótico y antimicótico natural que existe.
-Es depurativo, ayuda a eliminar toxinas del organismo y contribuye a la formación y regeneración de la flora intestinal.
-Mejora la circulación de la sangre debido a su poder anticoagulante.
-Baja la fiebre.
-Reduce el nivel de grasas en la sangre, disminuye los niveles del colesterol "malo" (colesterol LDL) y protege el corazón y las arterias.
-Refuerza las defensas del organismo.
-Normaliza los niveles elevados de tensión arterial, por lo que debe estar presente en la dieta de hipertensos.
-Es muy útil en el tratamiento de infecciones estomacales.
-Es expectorante, por lo que resulta muy útil en afecciones respiratorias como asma, bronquitis aguda o crónica.
-Es antioxidante.
-Normaliza los niveles elevados de glucosa en sangre.
-Ayuda a regular la función tiroidea al ser rico en iodo, siendo especialmente útil en los casos de hipotiroidismo.
-Posee importantes efectos anticancerígenos.
-Ayuda a prevenir los efectos debilitantes del envejecimiento, así como cardiopatías y otros trastornos asociados a la edad avanzada.
Para un buen efecto de todos estos beneficios, es necesario comer un diente de ajo diario, lo menos cocido posible. Y antes de que te lo plantees, es necesario decirte que el mal aliento se puede prevenir y combatir.
Lo mejor es retirar el germen del ajo antes de comerlo o cocinarlo que es el lugar donde se concentra su olor característico, y la razón por la cual a veces te suele caer mal.
Para combatir el mal aliento, se recomienda masticar hojas de perejil o de menta luego de haberlo ingerido.
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