Cómo mejorar el aislamiento acústico e insonorizar una habitación para protegerte de los ruidos molestos (o proteger a los demás).
¿Te molestan los ruidos?: cómo insonorizar una habitación
La ausencia de ruidos molestos es primordial para poder disfrutar de una casa confortable. Y si hablar con los vecinos no funcionó, el papel que desempeñan las ventanas, paredes y cristales de tu vivienda es fundamental.
Esto es lo que debemos hacer para aislar la casa, o una habitación en particular, de los ruidos molestos:
- Tenés que contar con ventanas de calidad que dispongan de cierre hermético.
- Los cristales deben ser de buena calidad y tener un grosor de al menos 6 milímetros, si bien hay que tener en cuenta que cuanto más gruesos sean, más aislantes serán.
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- Los vidrios que ofrecen mejores resultados son los laminados.
- Si podés colocar ventana con doble cristal, mejor.
- Si tenés cámara de aire vacía tras las paredes o techos, podemos insuflarle materiales aislantes en las cavidades, como celulosa, fibra de madera o lana de roca.
- Por el suelo también llegan ruidos y molestas vibraciones. Para evitarlas, lo más recomendable es instalar un suelo flotante que habilite una cámara de aire entre las dos capas y que rellenaremos con lana de roca.
- Hay quienes recurres a otras formas para mitigar los ruidos como el uso de pinturas aislantes, utilizar estanterías llenas de libros, colocar alfombras y tapices o poner en las paredes planchas de cartón yeso.
- Una opción económica y más natural, es el corcho, que podemos encontrar en forma de rollos o láminas, y que se utilizan tanto en suelos como paredes.
Espuma acústica
- Las cortinas opacas o las alfombras también ayudan a absorber los ruidos. Existen cortinas elaboradas con PVC o fibra de vidrio, especialmente indicadas para limitar los ruidos. Otra medida rápida y sencilla es instalar burletes en las puertas.
Si lo que queremos es insonorizar una habitación en particular, para convertirla, por ejemplo, en un estudio de música, podés emplear espumas acústicas, ya sean corrugadas, piramidales, o de materiales como la melanina o el poliuretano, que se pegan directamente en las paredes y el techo.
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