La Universidad de Harvard publicó un listado con varios consejos para que los efectos de una mala digestión no se traduzca en dolores de estómago.
Diez hábitos para que la comida no te caiga mal
Los dolores y molestias estomacales son unos de los más frecuentes en la población adulta y, en muchos casos, se debe a los malos hábitos que perjudican la digestión correcta de los alimentos.
Hay que tener muy en cuenta qué comemos, cuándo lo comemos, cómo lo comemos y en qué cantidades.
Recientemente, la Universidad de Harvard publicó un listado con varios consejos para que los efectos de una mala digestión no se traduzca en dolores de estómago.
1. Aprender a comer
Lo primero es hacer porciones de comidas más pequeñas y comer con menos frecuencia para que el estómago no se llene en exceso, y reservar un tiempo para comer de forma relajada. También es importante saber cuáles son los alimentos que nos caen peor y finalmente erradicarlos por mucho que nos gusten o, en su defecto, reemplazarlos por otros o bien comerlos a horas más adecuadas.
2. Mantener la hidratación
Una buena hidratación para que el intestino pueda transportar los alimentos con más facilidad es clave a la hora de tener una buena digestión durante todo el día.
3. Fibra y proteína
Los alimentos ricos en fibra otorgan muchísimos beneficios para la salud estomacal, ayudando a limpiar el tracto digestivo y dar mayor volumen a las heces, facilitando el tránsito. Además, gracias a que estos alimentos son saciantes ayudan a que no nos pasemos con la cantidad de comida ingerida. Además, incluir una pequeña cantidad de proteínas cada vez que comamos favorecerá la secreción de las sustancias que participan de la digestión.
4. Posponer la siesta
Es sabido que una de las peores cosas que podemos hacer después de comer es acostarnos a dormir. Es mucho más beneficioso para la digestión permanecer erguido al menos una hora luego de las comidas, ya que la posición en decúbito aumenta la presión gástrica sobre el esófago.
5. No cenar muy tarde (y menos)
En esta misma línea, los expertos llevan años advirtiendo de la necesidad de adelantar el horario de la cena por nuestra salud digestiva. Los atracones antes de acostarnos son más que contraproducentes. Lo aconsejable es dejar entre 2 o 3 horas desde la última comida del día hasta el momento de acostarse, y si desayunaste como rey, entonces cenar como mendigo.
6. Controlar el estrés
La conexión emocional que existe entre el cerebro y el estómago ya está más que probada científicamente. El sistema nervioso y el digestivo están conectados por más de 100 millones de células, tanto para bien como para mal. El estrés a la hora de comer deriva en diarrea, estreñimiento, acidez o gastritis.
7. El ejercicio puede esperar
No es una buena idea hacer ejercicio físico justo después de comer, ya que el estómago necesita tiempo para procesar los alimentos y también vaciarse. Lo aconsejable es practicar deporte 2 o 3 horas antes o después.
8. Masticar bien y sin prisa
Además de comer con lentitud, es necesario masticar muy bien la comida. Lo que recomiendan los expertos es hacerlo unas 40 veces por cada bocado para que la saliva emulsione la comida más fácilmente.
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9. No fumar
El tabaco es un hábitos muy poco saludables por muchos motivos, pero el daño que le hace también a nuestro aparato digestivo también es importante, ya que aumenta la producción de ácido y relaja el esfínter esofágico interior, con lo que el ácido tiene vía libre para subir. También provoca la inflación del esófago.
10. Higienizarse las manos
Durante la pandemia nos hemos acostumbrado a lavarnos las manos con frecuencia y es un hábito que debería quedarse con nosotros siempre. Mantener esa higiene antes de cocinar y de comer evita en gran parte las enfermedades del estómago producidas por las bacterias.
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