Están convocados a las urnas 21 de los 30 millones de habitantes del país para escoger a 23 gobernadores y 335 alcaldes.
Venezolanos votan en cruciales comicios regionales y municipales
Los venezolanos votan para elegir gobernadores y alcaldes con la participación del grueso de la oposición y con el retorno de observadores internacionales tras más de una década de ausencia.
Están convocados a las urnas 21 de los 30 millones de habitantes del país para escoger a 23 gobernadores y 335 alcaldes, así como legisladores regionales y municipales, entre más de 70.000 candidatos.
Las mesas de votación estarán abiertas 12 horas, hasta las 18 (las 19 en Argentina), siempre y cuando no haya electores en fila. El lapso habitualmente se extiende y los resultados no llegan hasta bien entrada la madrugada.
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"¡Llegó el Domingo #21Nov! Suena la diana de la victoria, los cohetones, palpita fuerte el corazón. Vamos a votar venezolanas y venezolanos (...) ¡A Votar para Ganar! ¡Ganar para Avanzar!", tuiteó hoy el presidente Nicolás Maduro.
Estos comicios son claves para Maduro, que busca el levantamiento de sanciones internacionales, y para la oposición, que vuelve a la vía electoral con la mirada puesta en una elección presidencial "transparente" y "justa" en 2024, aunque el próximo año tiene la opción de un referendo para revocar el mandato del gobernante.
Pero la oposición regresa fracturada, debilitada y sin candidaturas unitarias en la mayoría de las regiones.
"Es previsible que el chavismo arrase", dijo Pablo Quintero, politólogo y director de la firma LOG, a la agencia de noticias AFP. "El chavismo ha estado en campaña permanente", prosiguió.
"La oposición se une y el chavismo tiembla", pero dividida "se pone cuesta arriba la posibilidad de ganar elecciones y generar las bases para un cambio político", añadió.
La oposición se negó a participar en la elección presidencial de 2018, en la que fue reelecto Maduro, y en las legislativas de 2020, en la que el oficialismo recuperó el Parlamento.
Ambos procesos, entre acusaciones de "fraude", tuvieron amplio rechazo internacional, liderado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que esta vez acompañará las votaciones con una misión de 130 observadores desplegados en el país.
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La UE no trabajaba en una elección en Venezuela desde hacía 15 años, pues las autoridades venezolanas optaron por "misiones de acompañamiento" de países y organizaciones cercanas al chavismo.
Hoy estarán igualmente en el país paneles de expertos de Naciones Unidas y el Centro Carter.
"La observación internacional es positiva e importante, le da validez al proceso", explicó Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis. "Lo legitima o lo ilegitima, no sabemos lo que ellos terminen viendo".
La UE tiene previsto presentar un informe preliminar el martes. Maduro ha advertido que el bloque no puede "dar veredicto" sobre los resultados.
"Comisión de la Unión Europea, se ponen bien humilditos y respetan la legalidad nacional de Venezuela", dijo el presidente el sábado en un acto con otros veedores internacionales.
Blanco de sanciones internacionales, incluido un embargo petrolero de Estados Unidos, Venezuela tiene fondos bloqueados en el extranjero y quiere vender su petróleo sin restricciones, así como importar gasolina, escasa ante la destrucción de la industria.
Maduro, que sostiene que estas medidas son la causa de los muchísimos problemas del país, hizo ciertas concesiones como impulsar una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) con presencia de la oposición, aunque sigue dominada por el chavismo, y autorizó la llegada de observadores internacionales.
"No existe un juego limpio", expresó el viernes el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, aunque en la práctica Maduro ejerce el control.
"No hay condiciones para una elección libre y justa en Venezuela", insistió el dirigente, cuya postura cuenta con el respaldo de Washington, su mayor aliado.
Guaidó -que no votará, según su equipo, aunque no llama a la abstención- abogó por "unificar la lucha" contra Maduro.
Su objetivo es una elección presidencial en 2024 o antes, a través del referendo revocatorio del año que viene, que puede ser definido en la mesa de negociación en México, que por ahora está parada.