Las limitaciones a las exportaciones de maíz fueron sorpresivas e inconsultas. Una medida que no se entiende, porque hay maíz de sobra y buenos precios. Sólo la pasión cristinista por reeditar la pelea con el campo, puede explicar lo que está sucediendo.
Volvió fuerte la furia K contra el campo
El gobierno nacional decidió montar una "nueva temporada" con todo, de su pelea de 2008-2015 contra el campo. Acosado por las encuestas que confirmarían un resultado adverso en las elecciones generales del 14 de noviembre, el cristinismo-kirchnerismo ha decidido polarizar fuerte contra uno de los sectores a los que consideran adversarios, y responsables además de la inflación que vive el país desde hace años. Ayer, cuando se acababa el feriado largo, se supo que está al salir una resolución que en la práctica limita las exportaciones de maíz, cuando la cosecha está muy avanzada, vendida, y ya había "cola" de declaraciones juradas de exportación de este cereal clave para la generación de divisas.
Al finalizar el lunes XL, fuentes del Ministerio de Agricultura de la Nación hicieron circular la información. Modificarán los trámites para exportar maíz, colocando un "cepo", porque según los números que maneja el gobierno, las declaraciones juradas de ventas al exterior de maíz ya habrían superado el "saldo exportable" para la zafra 2020/2021. Por lo tanto, los que no alcanzaron a exportar o tienen pendientes las declaraciones juradas, no podrán vender en el exterior sino hasta que levanten la próxima cosecha en marzo del año que viene. ¿Qué es el saldo exportable? Es la diferencia entre la demanda del mercado interno, y la cosecha total. En septiembre, el gobierno nacional había estimado esa cifra en 38,5 millones de toneladas, de los 60 millones que se producen, explicó el sitio especializado "Bichos de Campo" este lunes. Como ese saldo ya está comprometido en las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior que hacen los cerealeros, el gobierno decidió cerrar la canilla. ¿Por qué el campo se apuró a vender y se amontonaron las DJVE? Porque traían un saldo de maíz muy alto de 2020, y porque hay rumores muy fuertes de suba en las retenciones, que son del 12 % para el maíz. Lo que no se entiende, es por qué si hay cada año más maíz (en 2019 sobraron más de cuatro millones de toneladas, en 2020 casi seis millones de toneladas, y en 2021/22 sobrarán más de seis millones de tns), el gobierno cierra las exportaciones, como no sea la pasión política kirchnerista por enfrentar al campo.
La medida conocida ayer pero que aún no fue oficializada hizo explotar a varios referentes del sector agrícola. Luis Etchevehere (Sociedad Rural) y Carlos Iannizzotto (Coninagro, pero de licencia por su candidatura a diputado nacional) fueron dos de los que se expresaron. Etchevehere fue ministro de agricultura de Mauricio Macri. "Con lo anunciado, el gobierno confirma la intervención del Mercado de maíz. Desde las PASO el odio al campo va en crecimiento. Trigo, Maíz y Carne víctimas del ensañamiento..." posteó. Iannizzotto, que es candidato a diputado nacional por la Lista 8 Partido Federal, además de cooperativista, publicó su opinión en la red social Twitter: "Nuevamente aparecen con una medida arbitraria e intervencionista, una de las tantas que ha tomado este gobierno. Esto distorsiona al mercado, no hay previsibilidad y todo termina en falta de producción y empleo. Más de lo mismo, otra acción inaceptable. #VolvieronPeores"
Mucho más duro fue el economista Manuel Adorni, habitual columnista de Infobae y de Eduardo Feinmann. "El gobierno acaba de limitar las exportaciones de maíz. Es evidente que no entendieron absolutamente nada. Otro capítulo de la cubanización de la Argentina. Fin".
La tonelada de maíz está por encima de los 200 dólares en su precio internacional. La mejor cotización fue en julio con 216 dólares por tonelada. Ayer no llegaba a 210 unidades de la divisa norteamericana. Y se está exportando desde marzo. Desde hace semanas, medios especializados de la zona cerealera argentina venían advirtiendo que se estaba por llegar al "cupo tácito", es decir, al total de "saldo exportable" que venía midiendo el Ministerio de Agricultura de la Nación. ¿Cuál es la norma que regula estos saldos? Ninguna. En octubre del año pasado, el gobierno y la mesa intersectorial del maíz (donde hay productores e industriales, habitualmente enfrentados entre sí), reeditaron una "mesa del maíz y del sorgo" con el objetivo de tener "una política de precios y asegurar el abastecimiento interno". En octubre fue la primera reunión y en marzo de este año, la segunda. En esas reuniones además de productores e industriales, participan el ministro de Agricultura de la Nación (hoy es el recién asumido Julián Domínguez), técnicos del INDEC, y del ministerio de Economía de la Nación. Usan cuadros de demanda interna y producción total, más saldos anteriores, para establecer este "cupo tácito". Es decir, es una intervención lisa y llana del Estado en el mercado, en este caso del maíz.
Anoche, fuentes de la Mesa de Enlace que nuclea a las entidades del campo, dijeron al POST que saldrán "con todo".
Las consideraciones políticas son importantes. Días atrás, el ministro de Agricultura de la Nación Julián Domínguez dijo que los cereales y la carne eran bienes "culturales". Por lo tanto, con esa definición laxa y muy sugerente, los declaró sujetos a intervención.
Es obvio que con las trabas a las exportaciones se busca castigar y controlar a un sector que el gobierno no puede domesticar. Algo que no se entiende en un país que, si sigue gastando a manos llenas en heladeras, electrodomésticos, créditos blandos de consumo, nuevos planes sociales y viajes de egresados para intentar dar vuelta el resultado electoral, llegará sin dólares en el BCRA a las elecciones de noviembre. Sólo la perspectiva política furiosa del kirchnerismo podría explicar esta medida absurda, en un país al que le sobra cada año un 20 % de maíz que "pasa" al ciclo comercial siguiente. Es evidente que han decidido reeditar la pelea por la resolución 125 de retenciones al campo, con todo, en nombre de "la mesa de los argentinos" y tratando de dominar una economía que no responde a las viejas recetas intervencionistas. Esa pelea fue en 2008, y mantuvo en vilo y al límite del desabastecimiento al país seis meses, hasta que con el voto "No positivo" de Julio Cobos, el Senado le dio la espalda a Cristina. Piruetas del destino. El ministro de Economía de entonces era Martín Lousteau, una de las estrellas de Juntos Por el Cambio.
Anoche a última hora y luego de dar a conocer las trabas a la exportación de maíz, el gobierno nacional anunció que se habilita la cuota para exportar la carne de 140 mil vacas "conserva" a China hasta fin de año. "Se cumplió lo que se había prometido", dijo el ministro Domínguez. Habrían buscado descomprimir un seguro frente de tormenta.
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Meter la mano en los mercados internacionales no es neutro. Al restringir las exportaciones de maíz, habrá consecuencias en el mercado interno. "Esto destroza a los productores" dijeron al POST fuentes de la mesa de enlace. "Es inaceptable, de una improvisación total... un día feriado y sin consultar a nadie... esto desincentiva la producción. Le quitan previsibilidad a un sector, cuando estamos jugados a la cosecha... te cambian las reglas de juego todo el tiempo... habrá menos producción de maíz" anticipó la fuente, uno de quienes participa en las reuniones de la "mesa del maíz" con el gobierno nacional.
El maíz ya había superado a la soja como cultivo principal en el país en superficie plantada y toneladas. Un 70 % ya fue exportado desde marzo. La pelea es por lo que queda. Anoche se limitaron las exportaciones, aunque el mercado interno está abastecido. Una locura que sólo ocurre en la Argentina.