Las ampollas suelen ser el enemigo número uno de los runners, haciendo de la actividad una pesadilla. Te brindamos algunas consejos útiles para evitarlas y te contamos como cuidar tus pies a la hora de salir a correr.
Ampollas al correr, el mal de todos los runners: ¿cómo evitarlas?
Correr es una de las actividades más elegidas por todos los deportistas a la hora de hacer sus entrenamientos. Proporciona vitalidad y una buena dosis de endorfinas que hacen que aumente la calidad de vida. Aunque no todo es felicidad a la hora de ejercitarse, las ampollas suelen ser el peor enemigo de cualquier runner. Son una de las lesiones más comunes cuando salimos a correr. Una ampolla en el pie puede hacer tu rutina poco agradable, haciendo que cada paso sea una tortura.
¿Cómo se forman las ampollas?
Las ampollas en los pies se forman al producirse un roce entre el calcetín, la zapatilla de running y la piel del pie. La causa principal de la fricción son las costuras duras, las arrugas de los calcetines, suelas que no se adaptan o la propia zapatilla. Si la piel se irrita (por ejemplo, al producirse la rozadura) durante un periodo de tiempo prolongado, se acumula fluido bajo la piel formando la ampolla.
Primer auxilios contra las ampollas al correr
Si durante la corrida notas que se está formando una ampolla en el pie, deberías terminar tu entrenamiento antes de lo previsto. Ésta es la única manera de evitar que la ampolla empeore o se infecte.
Si la ampolla aparece durante una carrera, lo que puedes hacer es resistir e intentar cubrírtela con cinta médica para reducir la rozadura. Cuando termines de correr lo primero que debes hacer es descansar y dejar que el pie se recupere. Así, le das tiempo a la piel para que se cure y no empeorarás la herida.
Puedes proteger las ampollas pequeñas con bandas de gel especiales para acelerar el proceso de curación y reducir la presión de la zapatilla en la zona dolorosa. Si la ampolla es tan grande que la tienes que explotar, asegúrate de que lo haces con una aguja limpia y esterilizada. Si no, corres el riesgo de que se infecte y se contamine la sangre".
Prevenir las ampollas para correr sin dolor
Por supuesto, lo mejor es evitar que la ampolla llegue a producirse. Prepárate y cuida tu equipación de running: incluso el detalle más pequeño puede causar problemas. Usa los siguientes 3 consejos a la hora de escoger el calzado, los calcetines y de preparar los pies:
1. El calzado de running
Lo más importante es que las zapatillas de running se adapten bien y que no sean muy pequeñas. Para que no se produzcan rozaduras deberías dejar la medida de un pulgar entre el zapato y tu dedo más largo. Así te aseguras de que el pie tenga suficiente espacio para moverse.
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Estrena el calzado y póntelo durante el día unas cuantas veces antes de empezar a entrenar con él para que los pies se acostumbren. Deberías haber recorrido unos 20-30 km con el calzado de running nuevo antes de usarlo en una carrera o un evento de running.
Cambia tus deportivas de running de forma regular. Los puntos dolorosos dependen de la características de la zapatilla. Cambiarla con frecuencia te permite recuperarte de estos puntos dolorosos. A veces la causa de la rozadura es un interior de la zapatilla de mala calidad. Aplicar un poco de vaselina, talco o ponerte una banda puede ayudar. Si no te funciona deberías devolver los zapatos y pedir consejo profesional.
Las suelas de unas deportivas nuevas también pueden causas ampollas. Solo tienes que cambiarlas. Normalmente esto es suficiente para solucionar el problema. Pero si tus suelas ortopédicas no se adaptan correctamente, deberías consultar a un experto para reducir la fricción.
2. Las medias
La media o calcetín como se dice en otros países, es el intermediario entre el pie y el zapato de running. Por eso es particularmente importante a la hora de evitar las rozaduras y asegurar una distribución equitativa de la presión. Los calcetines se deberían adaptar perfectamente al pie y no deben ser muy gruesos. Así evitarás que se arruguen, lo cual puede llevar a las rozaduras.
Asegúrate de estrenar también las medias: nunca deberías correr una carrera o un evento de running con unos calcetines totalmente nuevos. El material normalmente es muy duro y no tiene tiempo de adaptarse a la forma del pie. Mantén los pies todo lo secos que puedas. Los calcetines están hechos de fibras sintéticas que evitan la humedad de la piel del pie. Así los pies permanecen secos y es más difícil que se formen
3. Los pies
Los pies tienen mucho trabajo que hacer cuando corren. Por eso, tienes que cuidarlos como se merecen. Cuidarlos o hacerte pedicuras te puede ayudar a mantener sana la piel y prevenir que se recalienten algunas zonas. Seguramente sea una buena idea usar bandas de gel en las zonas problemáticas. Asegúrate de que no se formen arrugas cuando te las pongas. Además, también puedes aplicarte bálsamo reparador o crema de grasa antes o después del entrenamiento. Así, relajas la piel estresada, la mantienes flexible y previenes las rozaduras.