El ex ministro de Economía, Infraestructura y Energía y candidato a senador provincial reflexiona sobre los aportes discrecionales de la Nación hacia Mendoza.
El populismo discrimina: los mendocinos valemos menos para Alberto y CFK
Bien entrado ya el siglo XXI, cuando a nivel global se avanza en la igualdad de derechos y en el cumplimiento de las obligaciones, en la Argentina populista de Alberto y Cristina la discriminación se consolida vía discrecionalidad en la asignación de los recursos.
Ya hemos advertido en reiteradas oportunidades cómo el populismo se encarga de multiplicar la pobreza en los hechos, mientras habla de progreso en los dichos.
Se obsesionan con la idea de redistribuir una riqueza que se encargan sistemáticamente de disminuir, y dicen que escuchan al pueblo que sólo quiere "platita en el bolsillo".
Frente al relato, los datos. Mendoza se encontró durante 2020, el año en que la pandemia azotó al mundo entero, al final de la tabla entre 24 jurisdicciones que recibieron aportes discrecionales de la Nación.
Últimos. Sí, ese es el lugar con el que Alberto y Cristina ponderan a los mendocinos. Porque no se trata del Gobierno de Mendoza, se trata de los mendocinos de a pie, que por pura decisión política (discriminatoria) de la Nación, reciben menos recursos que otros compatriotas, sin ningún tipo de criterio técnico que lo avale. ¿Será que los mendocinos no le hemos ofrendado al populismo más que derrotas en elecciones legislativas durante los últimos 20 años? ¿Será que incomodan los criterios propios y las estrategias sensatas y de sentido común que desplegamos para hacer frente a la pandemia? ¿Será que se busca disciplinar porque el modelo mendocino molesta y el futuro es "a la venezolana"?
Sólo a modo ilustrativo, en 2020 La Rioja recibió $32.060 per cápita en transferencias discrecionales, mientras que Mendoza (en el último puesto) recibió $ 3.881. En 2021 de enero a mayo, el comparativo fue de $13.840 para La Rioja y $1.359 para Mendoza. En contraste, los recursos que sí recibió Mendoza fueron distribuidos a los municipios siguiendo el criterio fijado por la coparticipación, evitando la discrecionalidad.
Estas comparaciones no son en contra de nadie. Son a favor de la equidad y la necesidad de erradicar esta discriminación. Por este funcionamiento, Mendoza ha dejado de recibir $16.000 millones, que como hemos dicho, se podrían haber volcado a obras, escuelas, hospitales y seguridad, generando empleo y mejorando la calidad de vida de los mendocinos.
Como en toda regla hay excepciones, encontramos aportes del tesoro nacional (ATN definidos discrecionalmente por el Ministro del Interior) por $97 millones enviados sólo a los departamentos cercanos a La Cámpora, entre ellos Maipú y La Paz, asistidos por sus "desequilibrios financieros" en plena campaña electoral.
Pero además, esta discriminación se sigue identificando en la inequidad del esquema de subsidios energéticos por ejemplo, donde la masa de recursos se vuelca a los bolsones electorales del conurbano bonaerense y los mendocinos sentimos el impacto de estas distorsiones nacionales.
En definitiva, los argentinos dimos un mensaje claro en las urnas de las PASO. Alberto y Cristina mostraron lo que realmente son y sometieron al país a una vergonzosa disputa de poder que sólo aleja más la posibilidad de dar respuesta a las necesidades de la gente.
El 14 de noviembre, los mendocinos tenemos la oportunidad de hacernos escuchar y terminar con esta discriminación, para poder afianzar un rumbo de crecimiento basado en el trabajo real y el esfuerzo cotidiano, verdaderos motores del progreso en todo el mundo, mal que le pese al populismo de Alberto, Cristina y La Cámpora.