Continúan los incidentes en los accesos al aeropuerto de esa ciudad, y los talibanes rechazan una eventual postergación de la retirada de las tropas extranjeras.
Sigue el caos en Kabul y hay versiones cruzadas sobre el retiro de tropas
Continúan registrándose incidentes en los accesos al aeropuerto internacional de Kabul que se dieron en medio de los esfuerzos de evacuación de quienes huyen de Afganistán tras la toma del país por los talibanes, que rechazan una eventual postergación de la retirada de las tropas extranjeras.
Mientras, los talibanes enviaron combatientes a una zona al norte de Kabul para eliminar bolsones de resistencia, que culminó el 15 de agosto con la toma de la capital afgana y el colapso del Gobierno sostenido por Occidente.
Los talibanes dijeron haber retomado tres distritos que sus oponentes les habían arrebatado un día antes y que habían rodeado una provincia vecina, Panjshir, la única que aún no cayó bajo su control.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, no descartó extender las evacuaciones más allá del 31 de agosto, la fecha que él mismo había fijado para completar la retirada de Afganistán de las tropas de su país.
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Mientras que el Gobierno británico dijo que el primer ministro Boris Johnson presionará a Biden para extender el plazo durante una cumbre virtual del G7, con el argumento de que, sin la presencia estadounidense, otros países deberán frenar sus propias evacuaciones.
Sin embargo, un vocero de los talibanes, Suhail Shaheen, dijo a la cadena de noticias británica Sky News que la fecha del 31 de agosto es una "línea roja", y que extender la presencia estadounidense "provocará una reacción".
En tanto, la agencia de noticias francesa AFP dijo que dos responsables de los talibanes, a los que no identificó, le dijeron que la milicia no anunciará la constitución del nuevo Gobierno inclusivo que prometió mientras haya soldados estadounidenses en el país.
Por lo pronto, sí nombraron a Haji Mohammad Idris como gobernador interino del Banco Central, según anunció otro de sus voceros, Zabihullah Mujahid, en un comunicado que cita la agencia Sky News.
Las fuerzas de seguridad afganas se desbandaron ante el avance de los islamistas, pese a que Occidente invirtió miles de millones de dólares para entrenarlas y equiparlas en 20 años desde la invasión internacional que había derrocado a los talibanes.
Aunque los talibanes decretaron una amnistía general, decenas de miles de afganos han tratado de huir del país, temerosos de que los islamistas vuelvan a imponer las draconianas medidas que caracterizaron su anterior Gobierno, entre 1996 y 2001.
Esto provocó caos en el aeropuerto de Kabul, para muchos la única salida posible del país. El interior del aeropuerto está controlado por tropas de Estados Unidos, y soldados afganos están colaborando con los esfuerzos de evacuación.
Las calles que van al aeropuerto están bajo dominio de los talibanes, que han hecho disparos al aire y golpeado a gente para intentar contener a las desesperadas multitudes, en jornadas con temperaturas de unos 35 grados.
La semana pasada, cientos de afganos invadieron la pista y algunos se colgaron de un avión militar de transporte estadounidense mientras despegaba, para luego caer y morir. Al menos siete personas murieron ese día, además de los siete que se registraron ayer en las inmediaciones.
Los talibanes acusan a Estados Unidos del caos en el aeropuerto y dicen que no hay ninguna necesidad de huir de Afganistán.
La milicia islamista prometió traer paz y seguridad tras décadas de guerra y aseguró que no busca represalias contra aquellos que hayan trabajado para Estados Unidos, la OTAN o el depuesto Gobierno afgano.
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