Durante la pandemia se multiplicó el uso de los dispositivos, como así también las consultas de contracturas y fatiga en las manos. Cómo evitarlo.
Así podés cuidar tus manos por el uso excesivo de la tecnología
Millones de personas aumentaron el uso de dispositivos durante la pandemia y eso, sumado a malas posturas, falta de elongación y buen descanso generaron la aparición de muchas patologías.
Entre estos malos se encuentra el dolor en el primer espacio interóseo, Rizartrosis (o Artrosis del Pulgar), Tenosinovitis de De Quervain y Síndrome del Túnel Carpiano, entre otros. Por eso, es importante conocer cómo evitar que este tipo de patologías ocurra o se agrave.
Respetar el límite de dolor. Mientras sea posible, evitar actividades que lo generen, así como también disminuir las actividades que provoquen dolor y que no se puedan interrumpir permanentemente.
Debemos prevenir al máximo el uso prolongado de una misma articulación, sobre todo las de menor tamaño y fomentar el uso de articulaciones más fuertes por sobre las pequeñas. Por ejemplo, en el caso de las compras, es recomendable apoyar las bolsas del supermercado sobre el antebrazo y no colgarlas de las manos.
Es importante tener siempre presente que el tiempo de descanso es fundamental. Se deberá generar un equilibrio en los tiempos de reposo y de actividad. Se recomienda armar previamente una rutina de trabajo, haciendo hincapié en el equilibrio y evitando sobregastos de energía.
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Por último, reconocer la fatiga muscular, para evitar que provoque dolor o inflamación que puedan traducirse posteriormente en una disfunción. También hay que evitar posturas que conducen a deformidad.
Una rutina de elongación también colaborará para que muñecas, antebrazos y manos puedan estar fortalecidas. Entre ellos se destaca la apertura y cierre de puños, separar los dedos y volver a marcar las pinzas.
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