La historia de Godoy Cruz tuvo un giro sustancial en la década de 1980. El club también estuvo al borde del candado e incluso ya consolidado en Primera sufrió momentos de angustia. A eso se agrega la eterna lucha de volver al Gambarte.
Centenario: para saborear la grandeza también hay que comer tierra
Los hinchas de Godoy Cruz han disfrutado lo que ningún otro club de la provincia y de la región ha vivido. El Tomba cumple cien años y si mira para atrás ya son 14 años jugando en Primera División. No solamente codeándose con los más grandes del país, si no en muchos casos pisando fuerte.
Es que el Expreso supo ganarle al menos una vez (y en otros casos varias veces) a todos los "grandes" en su cancha. También de local, por supuesto. Incluso se metió en la conversación en varios torneos y hubo uno en particular que le peleó el título a Boca hasta la última fecha.
Los hinchas del Bodeguero saben lo que es cruzar la frontera para alentar a su equipo por los puntos en Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú. Salvo en Venezuela, en todos los países del continente. Eso gracias a las cuatro participaciones en la Copa Libertadores (dos con clasificación a octavos de final) y a las dos Copa Sudamericana disputadas.
Pero no todo ha sido color de rosas en la vida de Godoy Cruz. De hecho, poco antes del histórico ascenso al Nacional B en 1994, el Expreso la pasó mal y peleó el descenso en la Liga Mendocina durante casi una década, a tal punto que en 1982 estuvo descendido durante 10 minutos y se salvó gracias al resultado de otro partido. ¡Qué hubiera sido de la historia tombina si esa pérdida de categoría se concretaba!
En el Nacional B Godoy Cruz vivió una situación similar, en el 2002. Todo terminó con festejos y miles de hinchas celebrando con el plantel en la plaza departamental luego del 1 a 1 en San Juan contra San Martín. Pero ese partido el Tomba necesitaba ganar, no lo hizo y se salvó porque Racing de Córdoba y Platense empataron entre sí y descendieron los dos. Si uno ganaba, el Expreso hubiera vuelto al Torneo Argentino.
En Primera División la historia ha sido cíclica. Sacando el descenso del 2007, luego de la primera temporada en la elite, después Godoy Cruz tuvo varios encuentros cercanos peligrosos con el descenso. Los dos más recordados fueron en el 2009 cuando venció a River con gol de Borghello y aseguró su permanencia, pero también en el 2014, cuando en la última fecha el Bodeguero le ganó a Racing con gol de Castillón y evitó la catástrofe.
En el 2021 ocurrió un hecho trágico y lamentable, como lo fue el suicidio del Morro García, en un contexto delicado en donde el juicio popular condenó sin preguntar al presidente José Mansur, quien ya venía desde hacía un tiempo siendo señalado como "el malo de la película", pese al crecimiento de la institución.
Y por último, un hecho que a los hinchas del Tomba todavía no los deja dormir por las noches, y es ese sueño incumplido de volver a alentar al equipo en el estadio Feliciano Gambarte.
El destino, la pandemia y la Copa América hizo que de repente y casi sin proponérselo, Godoy Cruz cerrara la última Copa de la Liga jugando tres partidos en la Bodega. El deseo se cumplió, es cierto, pero el coronavirus también jugó su parte y los encuentros fueron a puertas cerradas.
Abrir el Gambarte al público para jugar partidos oficiales es la gran deuda histórica que tiene que resolver esta dirigencia o la que venga, para que el Bodeguero deje de ser visitante en el Malvinas Argentinas. Eso más el desafío de que Godoy Cruz mantenga la categoría, ya que otra vez (dijimos que es cíclico), el Tomba se encuentra mirando muy de cerca el abismo.