Carla tiene tres hijos, dos de ellos en edad escolar. Los únicos ingresos son las "changas" de su pareja y la ayuda del Estado. Cómo llegan a fin de mes.
El crudo relato de una joven mamá mendocina que vive en la pobreza
Argentina atraviesa una fuerte crisis social: los últimos datos arrojan estadísticas alarmantes y más del 65% de los niños del país viven en situación de pobreza.
En Te digo lo que pienso (Radio Nihuil), una joven mamá contó su dura experiencia y cómo es el día a día sin saber si sus hijos van a tener un plato de comida.
Carla tiene tres chicos, de 6, 8 y una bebé. Vive en el barrio Nuevo Día de Perdriel junto a su pareja. Ninguno tiene trabajo fijo, sólo viven de "changas" y de la asistencia del comedor 'El Rinconcito', además de la ayuda del Estado.
"Es muy doloroso lo que estamos viviendo, hay mucha pobreza. Tenemos un comedor que nos ayuda, pero como que no nos alcanza. Este mes vino el bolsón sin leche", relató Carla.
Nosotros vivimos a través de changas que hace mi marido, lo que le va saliendo, jardinería, construcción. Nos han entregado la casa hace un año y medio. Tenemos gas envasado. Nos ha llegado una boleta de luz, una boleta de agua y al no tener trabajo no se puede pagar las cuotas", explicó.
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Carla recibe por sus hijos la Asignación Universal y el monto correspondiente a la Tarjeta Alimentar, aunque esta última "nadie la ha cobrado" este mes, según explicó la joven. Por los tres chicos, recibe 8600 pesos.
"Quiero tener un trabajo, pero no conseguís. No somos solamente nosotros, acá se vive una pobreza. Nos ayudan, pero tenemos que disponer de la comida que nos dan ellos cuando nosotros queremos progresar. Si tuviéramos un trabajo, elegiríamos qué comer", se lamentó.
'El Rinconcito' está abierto todos los días, pero los recursos escasean: "Nos dan un bolsón, una ayuda, pero no dan abasto, somos muchísimos en el barrio".
La situación en pandemia se agravó y Carla ya no busca trabajo: "Pierdo muchísimo tiempo y la gente no te da".
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Sumado a esto, el panorama en cuanto a salud también es complicado: "En el barrio hay mucha gente que está con Covid, no tenemos asistencia médica, no podemos hacerles los controles a los niños. En la Salita no te atienden".
Carla contó que nunca tuvo un trabajo en blanco y que lleva cuatro años sin trabajar. "He tenido que salir a pedir. Cuando conseguí trabajo me estabilicé un poco, estuve dos años y no tenía que pedir, a mis hijos no les faltaba nada. Pero ahora no alcanza".
"Hasta hace un tiempo atrás estaba saliendo a vender orégano, compraba en una feria yendo para Maipú y los ponía en bolsitas y los vendía a voluntad por plata, mercadería, ropa. Con el tema de la pandemia me da miedo, la gente no te abre las puertas", explicó.
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Y agregó: "Este mes pude comprarles zapatillas a mis hijos, me las sacaron a crédito y yo las pago por mes. Me costaron 6 mil pesos. Eso lo pago con la Alimentar y le compro pañales a mi hija, la leche. Este mes tuve que pagar pañales, leche, la cuota de las zapatillas y la luz y me quedé sin plata. No hay ni siquiera para la comida".
"Hay que vivir el día a día", cerró Carla, aunque aseguró que "la esperanza es lo último que se pierde".