En los últimos meses varios casos se han registrado en Mendoza. Un experto en seguridad da detalles para no ser víctima de la inseguridad.
Entraderas: cómo evitar ser víctima de uno de los más peligroso delitos
Según los expertos, una entradera es el hecho más peligroso que puede vivir una persona ya que no sólo pone en riesgo su vida sino también la de la familia.
En Mendoza estos delitos se dan esporádicamente, pero de todos modos hay que prevenirse y, por eso, el Post consultó con un experto en seguridad: el coronel retirado Carlos Pissolito, que brindó detalles de cómo podemos prevenirnos frente a esta clase de ataques.
"Primero hay que entender que técnicamente, una entradera es una emboscada", explicó. "Así cazan los animales, cuando esperan a que la víctima se acerque para poder atacarla y eso sucede dos veces al día, en el amanecer y en el atarcecer, En nuestras vidas sucede los mismo: la emboscada se hace cuando alguien entra o cuando sale de la casa."
Por eso, y como norma mínima, Pissolito dice que hay que evitar salir y entrar a la misma hora "porque eso deconstruye la inteligencia que hacen sobre alguien". En este sentido aseguró que, en la mayoría de los casos, estos delitos son premeditados, aunque hay casos de personas que han sufrido entraderas "al boelo", es decir, cuando el delincuente vio la oportunidad en ese instante.
"Es más peligrosa la que es al boleo que la premeditada", aseguró, porque en ese caso se trata de un delincuente que no midió ni las consecuencias y que no tiene ningún plan, entonces puede reaccionar peor.
De todos modos, subrayó que "lo más importante es estar alertas cuando se sale o se entra en la casa, no podes salir whatsapeando o escuchando música o distraído".
Un hombre resistió a las piñas una entradera en su casa de Godoy Cruz
Consejos para evitar ser víctima de una entradera
- Hay que salir de la casa (o entrar) mirando a los costados, mirar muy bien cómo está la cuadra antes. Si se puede mirar por la ventana antes de salir, mejor.
- Es necesario preparar la vivienda: que haya buena iluminación de la entrada, que no haya basura acumulada ni ramas que impidan la visión del lugar y los alrededores, adonde se pudieran ocultar los delincuentes. Si hay problemas con el alumbrado público o ramas que tapen las luminarias, reclamar al municipio.
- Antes de sacar el auto, salir por la puerta principal a pie y mirar bien para asegurarse de que no haya nadie esperando, recién hecho esto se puede abrir el portón del garage.
- Aún mejor es que, en el momento de sacar el auto, algún familiar esté en la calle mirando que no haya nadie o que nadie se acerque. "Esa técnica se usaba mucho en los años 70 cuando abundaban los atentados terroristas y salvó muchas vidas", agregó Pissolito.
- En el caso de llegar con niños, hay que darles prioridad para el ingreso. Si hay bultos, compras, etc. que puedan entorpecer el ingreso; hay que hacerlo en dos partes: primero, hay que ingresar a los niños, colocarlos en un lugar seguro, y después, al resto de las cosas.
- No realizar actividades frente a la casa y menos con la puerta abierta, como lavar el auto o cortar el césped o barrer la vereda. Siempre cerrar y en lo posible estar acompañado.
Al regreso
- Nunca entrar directamente cuando se vuelve a la casa. Es mejor dar una vuelta a la manzana o recorrer la cuadra para asegurarse de que no haya ningún agazapado.
- Lo mejor es siempre que haya alguien esperando, aunque sea detrás de la reja o mirando por la ventana.
- Llegar con la llave en la mano: no ponerse delante de la puerta a buscar en la cartera.
¿Resistir o no?
"Si lo que quieren es llevarse algo, el auto, la cartera, la billetera, no hay que resistir, pero si los delincuentes se quieren meter en el auto o en la casa, ahí es un terreno donde muchos expertos dicen que sí hay que resistirse", aseguró Pissolito.
"Una táctica que es efectiva es hacerse el muerto o el desmayado. Si se es un hombre grande, corpulento, el delincuente va a desistir porque es muy difícil estar cargando con un cuerpo", agregó.
Además, aunque generalmente las entraderas nunca las hace una sola persona, un cuerpo más o menos grande en peso muerto puede requerir de hasta cuatro personas para moverlo.
Finalmente, el experto aconsejó apoyarse en las tres barreras de seguridad que existen: "La primera es la física, las rejas y puertas hacen que sea más difícil el camino para el delincuente. La segunda son las barreras tecnológicas: las cámaras de seguridad, alarmas y reflectores de movimiento. Y la tercera es la humana: es uno y los que pueden estar acompañando".
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