La polémica sobre los haberes de la política están sobre la mesa. ¿Realmente cobran tanto? ¿Merecen más? ¿Es justo que no haya un recorte en medio de la pandemia?
¿Cuánto cobra el presidente Alberto Fernández?
Mientras algunos especialistas aseguran que el Estado paga poco y eso genera malos incentivos para involucrarse, gran parte de la sociedad entiende que debe haber un recorte en las dietas de los funcionarios.
En diciembre pasado Alberto Fernández tuvo una remuneración bruta de $354.694,16. En abril ese número escaló a $390.163,58, un 10% más. A su bolsillo, sin embargo, llegaron $256.207,83 porque se le aplicaron descuentos. El salario de Cristina Kirchner a fines del año pasado era de $328.419,59. Si bien renunció a esa paga, es posible que haya decidido sostenerse con su jubilación como expresidenta, la pensión presidencial que heredó de Néstor Kirchner y los negocios familiares.
La polémica continúa año a año: es improbable que alguien quiera gobernar un país solo por un sueldo. Los especialistas coinciden que se trata de un empleo mal remunerado, entendiendo la responsabilidad que ello implica. Aunque las comparaciones no dejan de ser odiosas, el año pasado con las restricciones miles de locales comerciales debieron bajar sus persianas para siempre, mientras el ámbito público tuvo asegurado su salario.
"Que gane esto es ridículo. Pero lo peor es que un director, una persona que integra la alta dirección pública, brazo articulador del Estado con responsabilidad civil y penal, capaz de manejar cientos de miles de millones de pesos, puede ganar menos de $120.000 por mes", pone como ejemplo a La Nación, Gonzalo Diéguez, director de Gestión Pública de Cippec. La tarjeta presidencial, además, viene con beneficios ajenos al resto de la plantilla. A todo esto se le suman los "viáticos", como vivir en la Quinta de Olivos, a la cual está obligado a residir según la Constitución. Cancelar servicios, proveedores relacionados con la infraestructura y tasas municipales en Olivos salió a razón de $12,34 millones por mes entre mayo y octubre de 2020. Son casi $150 millones al año que no salen de su bolsillo.
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De todos modos, el Presidente no es el mejor pago de su gobierno. Es probable que Mercedes Marcó del Pont (AFIP) y Miguel Pesce (BCRA) lo superen por mucho. Ninguno de esos organismos tiene datos públicos actuales, pero en 2018 el salario máximo de la entidad monetaria podía llegar hasta los $440.678,97, mientras que Alberto Abad recibió $168.230 en febrero de ese año por conducir el ente recaudador. Hasta las provincias pagan salarios similares a la Casa Rosada. El cordobés Juan Schiaretti recibió $360.889 en marzo pasado.
La máxima conducción ejecutiva también parece relegada cuando se la compara con el resto de la República. La escala salarial del Poder Judicial dice que un miembro de la Corte tenía un tope de $444.479,22 en diciembre pasado, aunque los casos específicos pueden casi duplicar ese número, según una investigación reciente de LA NACION.
La dieta de un diputado está cerca de los $220.000, a lo que se le suman otros ítems que estiran el número hasta los $302.766,69 en la mano. Los senadores ganan más: $324.917,16. La cuenta se pone más generosa para los legisladores si se considera el presupuesto que tienen disponible para contratar asesores.
En contrapartida, un gerente senior de una empresa puede percibir $449.165 por mes de bolsillo. Aunque esto es solo un número conservador. La consultora Mercer asegura que el presidente de una empresa puede percibir hasta $2 millones mensuales, mientras que una persona que se encarga de la compañía internacional ronda los $900.000.
Los jefes de Estado de la región también perciben salarios por encima de Alberto Fernández. Sebastián Piñera, en Chile, percibe US$11.079, mientras que Jair Bolsonaro (Brasil) alcanza unos US$ 5.8000. Y Joe Biden cobra US$33.333 mensuales en Estados Unidos. Si pudiera convertir su salario a dólares sin pagar retenciones por Ganancias ni el impuesto PAIS, Fernández obtendría unos US$5159.
En otros países se repite la historia argentina. El primer ministro italiano Mario Draghi tiene un salario de aproximadamente US$8074. Es un número inferior al que perciben diputados y senadores italianos. Mejor pago está Emmanuel Macron (Francia), quien gana un salario bruto cercano a los US$18.252. En todos los casos hay que considerar otras variables, como los precios de cada país.
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