Diego Lobos trabaja en el Casino de Mendoza y era contratado para las partidas ilegales. Su pareja se enojó por un engaño y lo "batió". Así dieron con la mesa de juego del barrio Huerto del Sol.
Gracias al croupier infiel, dieron con el casino clandestino de La Puntilla
El casino clandestino descubierto en el barrio Huerto del Sol, La Puntilla, derivó en otras investigaciones debido a los elementos secuestrados en esa vivienda, que ocupaba Sebastián Elmelaj (44), según informó el Ministerio de Seguridad. Allí encontraron una máquina duplicadora de tarjetas de débito y crédito, chequeras y cheques denunciados y otros en blanco, patentes de autos, carpetas con títulos y tarjetas verde de vehículos, 3 millones y medios de pesos, dólares y más de 100 documentos de identidad. Se podría decir que el operativo era en busca del juego ilegal y los pesquisas se toparon con una situación más grave debido a que por lo menos, el dueño de casa, podría estar involucrado en otros delitos. Y a esto se llegó por el traspié infiel de uno de los asistentes a las partidas de póquer, una situación muy similar a cómo fue descubierto el "Robo del siglo" en el Banco Río.
El atraco ocurrió en 2006 en el Acassuso. Más cerca en el tiempo está la película que se puede advertir que sería el robo perfecto. Sin embargo, el personaje interpretado por Rafael Ferro comienza a ostentar, compra una camioneta y conoce a una moza. Tiene encuentros con ella y un día su esposa lo "pesca" saliendo de un hotel con esa camarera. Ella se vengó yendo a la Policía para contar que su marido había robado el Banco Río y parte del botín estaba en su casa.
Más o menos esto es lo que sucedió también que derivó en el desmantelamiento del casino clandestino que manejaba Sebastián Elmelaj, familiar de Dioniso condenado a 32 años de prisión por el crimen de Emir Cuattoni, de 15 años, en el Parque Benegas.
Cuando los policías ingresaron al inmueble donde funcionaban las mesas de póquer había en total 15 personas, una de ellas un croupier del Casino de Mendoza que era contratado para repartir cartas profesionalmente. Diego Lobos (34) sería este empleado de la sala de juegos del Estado y se encontraba en el casino clandestino de calle El Salvador 7.258.
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El croupier les repartía cartas a empresarios, hombres de negocios y hasta a un policía, de acuerdo a lo informado por Seguridad. Le pagaban muy bien "era muy ostentoso", le confió al POST una alta fuente ligada a la investigación.
Diego Lobos.
Esa ostentación era muy obvia. Un croupier del casino conducía un Audi. Pero este vehículo no era de él, pertenece a su novia o quizá su ex novia, a esta altura. Sin embargo, Diego Lobos circulaba en ese coche de alta gama y era muy simpático en el trabajo, contó una de sus compañeras.
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Este concepto le jugó una mala pasada a Diego Lobos. La fuente investigativa que dialogó con este diario fue muy clara: "Su pareja, la dueña del Audi, se enteró sobre un engaño del muchacho este, se enojó y le hizo saber a la Policía en qué andaba Lobos".
Esta fue la punta de la madeja que condujo a los investigadores hacia el casino clandestino. Como en casi la mayoría de los casos policiales, se resuelven desde lo más sencillo. Por ello comenzaron a seguir al croupier y llegaban a esta sala de juegos ilegal en varias oportunidades pero decidieron irrumpir cuando había más autos, unos 15 en total. Así fue que desmantelaron el casino clandestino pero también los pesquisas se encontraron con otros elementos que estarían vinculados a otros delitos más graves.
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