Logra forma de arbusto y puede llegar a alcanzar los tres metros de alto. Pero, además, se trata de una especie que purifica el aire del hogar.
La suculenta preferida por los decoradores de interiores
Por su porte y su forma de arbusto, la drácena es una de las suculentas más buscadas por decoradores. Sus hojas en forma de espada con diferentes gamas del verde la posicionan como una de las variedades preferidas para un rincón de un ambiente interno de nuestro hogar.
Tal como ocurre con todas las variedades de suculentas, provienen de regiones cálidas y húmedas; en este caso, de los continentes africano y asiático. Debido a que tiene un crecimiento lento pero sostenido, si se la cuida amorosamente puede llegar a los tres metros de alto en el interior de la casa.
Ideal no solo para la decoración sino para aquellos que no disponen de mucho tiempo para su cuidado, requiere poca atención y, además, vive muchísimos años.
Otra de las valiosas funciones que cumple esta suculenta es que la variedad Dracaena marginata no solo embellece el hogar sino que además cumple una función que tiene que ver con la salud. Esta especie purifica el aire, ya que absorbe los componentes tóxicos como son el benceno (que abunda en tintura y detergentes) y el formaldehído (que se halla en el ambiente y en algunos productos para la piel).
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Cumplen una importante función que es purificar el ambiente de la casa.
Una de las más conocidas en los viveros de Argentina es la Dracaena fragans, conocida también como tronco del Brasil o palo de agua. En este caso también tiene hojas verdes, con estrías amarillas. Su particularidad es que se puede reproducir fácilmente: alcanza con obtener un esqueje o gajo y dejar enraizar en un recipiente con agua.
Aunque esta suculenta es la predilecta de los decoradores, no se deben olvidar los consejos de los expertos en jardinería que remarcan cuidar y mantener una temperatura constante en el ambiente para que la planta no se deteriore. Suele suceder que, cuando hay bajas temperaturas (inferiores a los 15 grados), la planta no crece y además pierde su follaje.
Luz, luz y luz
El secreto de la prosperidad de esta suculenta es que esté instalada en algún punto de la casa donde pueda recibir luz natural. Puede crecer también con algo de sombra pero nunca se debe exponer al sol directo porque se pueden quemar sus hojas, que se tornan amarillas.
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