Parece una receta fácil de hacer, pero hay ciertos tips para que te salga perfecta.
Los 10 errores imperdonables a la hora de hacer una pizza casera
Nunca es lo mismo comer una pizza comprada que una buena pizza casera. Pero, aunque parezca sencillo, hay varios secretos para que salga perfecta.
Un artículo de La Vanguardia enumera los consejos del chef Gennaro Iommelli para hacer la mejor pizza casera evitando cometer los errores básicos.
Ahora vas a ver que realizar esta clásica receta no era tan sencillo, pero una vez que apliques estos tips, tus invitados te lo van a agradecer.
No hacer nosotros la masa y escoger mal la harina
Hacer nosotros mismos la masa de la pizza es uno de los grandes secretos para que el resultado sea genial. Nada de comprarla congelada o precocinada, ni tampoco pasarse al otro extremo e intentar imitar las complejas elaboraciones, de lenta fermentación y combinado de harinas que hacen en las buenas pizzerías.
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El experto napolitano aconseja escoger una harina básica, como la 00, suficientemente refinada para tener un buen resultado. Suele absorber mucha cantidad de agua y aportará plasticidad, elasticidad y una buena estructura a nuestra pizza.
No poner las cantidades correctas
También debemos elegir la cantidad justa de levadura. Es importante calcular bien las proporciones de cada elemento. Las cantidades para un kilo de harina, son 25 gramos de levadura de panadero, 40 gramos de sal y 500 ml de agua. Con 250 gramos de masa podemos elaborar una pizza estándar.
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No amasar bien
Una vez tenemos todos los ingredientes a punto, el proceso de amasado tiene su secreto: poner harina en un bol, calentar una pequeña cantidad de agua (100ml), deshacer la levadura con la ayuda de una cuchara, incorporarla en un bol con la harina y amasar con las manos. Se añade el resto de agua y de sal y se sigue amasando desde el centro hacia afuera hasta que la masa se despegue de las manos. Debe quedar bien lisa. Entre amasado y amasado es bueno hacer una pausa de 10 minutos.
Estresarte intentando que nos quede redonda
Cuando tenemos la masa a punto la colocamos en un bol y la cubrimos con un paño de cocina para que conserve la temperatura ambiente.
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Debemos dejar reposar la masa tres horas, o hasta que doble el volumen. Después le daremos la forma y la medida que queramos. No hay que estresarse intentando que nos quede redonda porque es muy difícil, puede resultar ideal meterla en la bandeja del horno y nos quedará cuadrada pero perfecta.
Colocar mal el tomate
El tomate tiene que ser de buena calidad. Si querés hacer una pizza con tomate como ingrediente principal, nuestro experto napolitano recomienda comprar una buena salsa de tomate, una passata (puré de tomate italiano) o tomate triturado natural, y extenderlo por la pizza antes de hornearla en la cantidad justa.
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El tomate lleva mucha agua, por tanto no debemos pasarnos "para que no se humedezca la masa y nos quede blanda", pero tampoco quedarnos muy cortos porque quedará seca. Unos 100 ml para 250 gramos de masa de pizza. Aunque en el restaurante le han pedido kétchup, evidentemente, no lo recomienda para nada.
No controlar la temperatura y el tiempo de horneado
Otro consejo básico para obtener una buena pizza es la temperatura del horno. Debemos cocinar la masa con el horno ya precalentado a 250 grados C, 12-16 minutos. La temperatura tiene que ser alta y el tiempo corto. Recordar que la masa no debe estar fría, sino a temperatura ambiente. De lo contrario, se quemará. Hay que hornear hasta que los bordes queden dorados y crujientes.
No colocar bien la mozzarella y los quesos
La mozzarella debe escurrirse y cortarse a rodajas finas y repartirla bien extendida sobre la masa de la pizza una vez hemos colocado la salsa de tomate, antes de hornear. Ahora bien, en el caso de que la pizza sea blanca, sin tomate y con queso, la mozzarela hará de base porque es el ingrediente que mejor aguanta la temperatura alta. Podemos cubrir el resto de la pizza con trozos de queso azul, parmesano, gorgonzola: no hay que pasarse en la cantidad de quesos, con 4 es suficiente.
Poner muchos ingredientes y cocinarlos mal
Al igual que pasa con los quesos, la pizza no soporta bien el exceso de ingredientes. Cada ingrediente tiene su tiempo de cocción, su parte de agua, y si ponemos muchos no se hornean bien, alguno quedará crudo y otro quemado. Además, si hay mucho de todo al final no se sabe de qué es la pizza. También hay que evitar los ingredientes que sueltan mucha agua y que pueden reblandecer la pizza y, si se usan, cocinarlos de forma correcta.
No atreverse a ser creativo
Está muy bien que la pizza evolucione siempre que se respete la elaboración, los tiempos y la temperatura. La comida es libertad y cualquier combinación de ingredientes puede ser válida aunque, obviamente, es cuestión de gustos.
Recalentar en microondas
Cuando nos sobra pizza, tenemos tendencia a recalentar las porciones en el microondas: sin embargo, la pizza se cuece más por dentro que por fuera y no queda bien. Puede aparecer requemada o derretida. Eso sí, si está muy fría, antes de recalentarla en la sartén podemos darle un toque de medio minuto en el microondas.
Si nos ha quedado un trozo de pizza, se guarda bien en la nevera un día tapada con un film, pero no más tiempo.
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