María Domínguez, titular de Madres de Plaza de Mayo de Mendoza, encontró a su nieta. Pero asegura que seguirá luchando.
"Seguiré marchando hasta que me muera"
María Domínguez, titular de Madres de Plaza de Mayo de Mendoza, recibió ayer lunes una de las mejores noticias de su vida, al confirmarse la restitución de la identidad de su nieta, que había sido apropiada por la última dictadura militar.
"Es una nena, siempre pensamos que era un varón"
"Estaba cocinando, recién llegaba de la Plaza de Mayo con mi hijo, cuando atiendo y era Estela de Carlotto y me dio la gran noticia", relató Domínguez a Canal 7.
"Me pregunta: '¿María, estás bien?' Le dije que sí, y me respondió: 'Te hablo porque hemos encontrado a tu nieta", agregó la referente de la lucha por los derechos humanos en la provincia.
El 16 de julio último, la mujer que resultó nieta de María accedió a realizarse un estudio para establecer su identidad y el jueves pasado, 27 de agosto, el Banco Nacional de Datos Genéticos informó a la CONADI que era hija de Walter Domínguez y Gladys Castro.
"Queremos conocerla: es una partecita de nuestros hijos", dijo Domínguez
"Espero que se cumpla mi sueño de conocerla, ya que la vida nos cambia a nosotros y a ellos también. Tiene 37 años, dice que hace rato que sospecha que no es hija de ese matrimonio, o que le habían dicho que era adoptada. Queremos que nos conozca, si le caemos bien, ella sabrá", sostuvo Domínguez.
Su hijo Walter estaba en pareja con Gladys Castro. Ambos fueron secuestrados el 9 de diciembre de 1977 en Godoy Cruz cuando la joven cursaba el sexto mes de embarazo y desde entonces no se supo nada más de ellos.
Walter tenía 22 años y Gladys, de 24, estaba embarazada de seis meses
Los jóvenes militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y trabajaban -él de chofer de colectivo y ella en una panadería- hasta que fueron secuestrados por militares en la casa que ocupaban en Luzuriaga 84, Villa Marini.
El día 9 de diciembre de 1977, cerca de las 2 de la madrugada, cuatro individuos encapuchados y uno sin capucha, armados y vestidos de civil, derribaron la puerta de entrada de la casa de Luzuriaga 84 e ingresaron por la fuerza al domicilio donde vivían Gladys y Walter, según consta en una denuncia radicada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos
Domínguez confirmó que la lucha continúa y que continuará marchando "hasta el día que me muera"
Por su parte Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, sostuvo que "todo queda en manos de la familia Domínguez Castro, les hemos dado la buena nueva, todavía no podemos agregar mucho más. Está en manos de quien está sorprendida con su verdadera identidad, pide tiempo, respeto y sí quiere conocer a su familia verdadera y biológica, pero cuando en su corazón, mente y entorno, acomode esa realidad".