Habrá unos 21.000 efectivos de la Guardia Nacional en Washington y calles en torno al Capitolio fueron cerradas.
Biden, preparado ante "cualquier tipo de escenario" en la toma de posesión
A días de la asunción, el equipo del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha reconocido "preocupación" de cara a la investidura del nuevo jefe de la Casa Blanca este miércoles, aunque ha asegurado también estar preparado para "cualquier tipo de escenario".
En este sentido, la próxima directora de comunicación de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, durante un diálogo con la cadena ABC ha dicho que estan preparados ante "cualquier tipo de escenario" que pueda producirse durante la toma de posesión de Biden.
"Creo que se enviará una imagen importante al mundo sobre la resistencia de la democracia estadounidense. Por eso, nuestro plan y nuestra expectativa es que el presidente electo Biden ponga su mano sobre la Biblia con su familia, fuera, en el lado oeste del Capitolio", remarcó Bedingfield.
Vale recordar que el ataque al Capitolio a principios de mes por parte de una turba de partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha levantado las alarmas entre las autoridades, ante la escasa seguridad de la que hizo gala la sede del Poder Legislativo aquel día, en el que se celebrara una sesión para confirmar el triunfo de Biden en las elecciones.
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Ante esta situación, para la toma de posesión se ha previsto la intervención de unos 21.000 efectivos de la Guardia Nacional que ya han sido ya desplegados en Washington y varias calles en torno al Capitolio han sido ya cerradas. El FBI, que ha establecido una oficina específica para evaluar posibles amenazas, ha identificado hasta el momento a unos 200 sospechosos de participar en los actos violentos del pasado 6 de enero y ha detenido a otro centenar.
La directora de Comunicación, Bedingfield, también ha contado que tras jurar Biden su cargo como presidente de Estados Unidos "trabajará para tratar de pasar página sobre la división y el odio generado durante los últimos cuatro años" y ha prometido "medidas decisivas para revertir algunos de los movimientos más atroces de la Administración Trump".
Entre esas medidas está su ambicioso plan de ayuda económica contra el coronavirus valorado en casi dos billones de dólares, el cual Bedingfield confía en que se pueda realizar pues no solo "existe apoyo bipartidista en sus grandes ejes", sino que también "surgió como resultado de la consulta con gobernadores" republicanos y demócratas "de todo el país".
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