Un hallazgo genético de S-E48K se detectó en 5 muestras de CABA y la provincia de Buenos Aires. Investigan si se relaciona con la versión hallada en Río de Janeiro.
Nueva mutación del virus podría haber llegado a Argentina
Un hallazgo encendió las alarmas de los investigadores del coronavirus en la Argentina: encontraron 5 muestras de S-E48K en CABA y la provincia de Buenos Aires. Lo encontrado coincide con la versión del virus que descubrieron en Río de Janeiro. Sin embargo, los especialistas son cautos y todavía es muy pronto para asegurar que se pueda confirmar que se trate de la misma cepa y que esté ligada a mayor contagiosidad o virulencia.
Mientras desambiguan esta posibilidad hay una "buena noticia": de más de cien muestras analizadas ninguna tuvo la "variante de Inglaterra", la que se presume de mayor contagiosidad de todas y que ya fue encontrada en Chile.
Expertos aseguran que en caso de confirmarse la sepa "brasileña" existen algunos estudios que refieren a una disminución en la neutralización de tratamientos con anticuerpos monoclonales y suero de convaleciente. De momento, son todas investigaciones de resultados concretos.
La cepa descubierta en Río de Janeiro es mucho más contagiosa.
Según reflejó Clarín, la mutación se llama S_E484K. "S", porque corresponde al gen o proteína S (también llamada "Spike"), una de las -al menos- 27 que codifica el coronavirus . La "E" y la "K" representan aminoácidos de esa proteína. Y el número 484 no es más que una posición. Allí, en ese punto específico, científicos argentinos del Proyecto PAIS vieron un cambio, una mutación diferente en esta región del genoma del SARS-CoV-2.
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Mariana Viegas. Bioquímica experta en virología, es investigadora del Conicet en el Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez", y quien lidera el Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2. Aclaró que los casos fueron detectados gracias a una "técnica de secuencia parcial que se implementó en diciembre, más expeditiva y rápida".
La cepa de Río de Janeiro se suma a la de Inglaterra y la de Sudáfrica.
Esto último se da porque secuenciar en forma completa un genoma viral no solo lleva al menos un par de semanas sino que requiere recolectar una centena de muestras epidemiológicamente valiosas, a fin de optimizar el enorme gasto (en dólares) que representa la movida, para la cual se requieren reactivos muy costosos.
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Teniendo en cuenta las nuevas sepas, Viegas aclaró que decidieron acotar la tarea que venían realizando y se focalizaron en buscar cambios en ese lugar del genoma: el gen "S", que funciona como un "marcador" útil para emparentar cambios, mutaciones más bien, aquí y allá.
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