La cuarta temporada trajo personajes e historias fuertes que generaron repercusiones en el público y en la familia real. Entre las quejas, el éxito aumenta.
The Crown y por qué Netflix le dice "no" a la realeza británica
Mientras el príncipe Carlos por fuera de la realeza lanza una línea de bufandas de lujo de lana sustentable, en una edición limitada a 195 euros, Camilla Parker Bowles recibe insultos en redes sociales por lo que se vio de ella en la cuarta temporada de "The Crown" y la reina Isabel II se prepara para recibir junto a su esposo Felipe la vacuna del laboratorio Pfizer contra el coronavirus, Netflix sigue sumando espectadores con ganas de que las historias avancen.
Y aunque dicen que en el el palacio de Buckingham nadie ve televisión y están bastante ocupados, la plataforma de streaming recibe quejas de la realeza y del gobierno del Reino Unido exigiendo cambios en la clasificación de la grilla. Peter Morgan, el creador de la serie, por su parte ha estado haciendo ficción con "The Crown", obviamente basada en la realidad, y planea seguir haciéndola para la próxima temporada.
¿Qué es lo que sucede? Si bien la serie viene contando la historia de Isabel II como un drama desde 2016, la etapa de la cuarta entrega abarca la llegada de Diana Spencer a la familia, con todo lo que implica no ser parte de la realeza y más; y suma la relación de Margaret Thatcher, primera ministra británica, con la reina.
Netflix le da más fuerza a la historia con Emma Corrin como la Princesa de Gales, Guillian Anderson como Thatcher y Olivia Colman como Isabel, que logran generar no sólo atención sino también atracción y sentimientos. Esto ha originado repercusiones en el público a nivel mundial, que tomó partido e incluso se expresó en las redes. Pero también generó enojos por parte de "la corona".
Hace pocos días el gobierno de Reino Unido le solicitó a Netflix que colocara en la clasificación de la serie, en la grilla, como "Ficción", para que quedara claro que lo que los seguidores ven no es lo que sucedió en realidad. Sin dar muchos detalles para no spoilear, la llegada de Diana da un vuelco importante a la imagen de la familia real y surgen innumerables rumores sobre una relación paralela de Carlos y Camilla Parker.
Esa relación generó en el espectador una reacción que apuntó directamente a Parker Bowls con insultos y agravios que definitivamente removieron el avispero que se había aquietado con el paso de los años, ya con Carlos y Camilla casados en 2005, tras las muerte de la princesa Diana en 1996.
La reina y sus herederos no ven televisión dijeron por ahí, pero que las hay, las hay. Y los reclamos no tardaron. El secretario de Cultura del Reino Unido, Oliver Dowden, a través del tabloide "The Mail on Sunday", le pidió a Netflix que añadiera una "advertencia sanitaria" en la clasificación de la serie que dejara bien claro que se trataba de un drama de "ficción" e indicó el porqué: "Me temo que una generación de espectadores que no vivió estos eventos puede confundir la ficción con los hechos".
Y la respuesta no se hizo esperar. Un portavoz de la plataforma de streaming expresó a través de Hollywood Reporter que "Siempre hemos presentado The Crown como un drama", y "tenemos plena confianza en que nuestros miembros entienden que es una obra de ficción que se basa ampliamente en eventos históricos".
Junto con el éxito de la serie los reclamos continúan con el príncipe Carlos manifestando a sus amigos el descontento por la forma en que se lo presenta, con su hijo el príncipe Williams indignado por cómo se muestra a sus padres y "The Mail on Sunday" pidiendo que Netflix introduzca en los capítulos "un aviso legal que deje bien claro que se trata de una ficción", basándose en el mal momento que está pasando la familia real por la forma de abordar sus vidas.
¿Qué sucederá de ahora en más? Sólo resta esperar. Netflix dejó su postura en claro y redobló la apuesta al mencionar en su cuenta de Twitter que en el documental "Diana en sus propias palabras", "basado en audios reales de la princesa de Gales para el biógrafo Andrew Morton, "responde a gran parte de lo que están preguntando los espectadores".
Es ficción, basada en la historia, con escenas que recrean lugares a los que las cámaras no tuvieron acceso, imitando detalles, vestuario, peinados y gestos a la perfección, utilizando para ellos videos y fotografías reales. Es ficción, narrada de tal forma que para saber qué fue y qué no, habrá que recurrir a los escritos de la época o simplemente sentarse a disfrutar frente al televisor.