En la nota te explicamos paso a paso cómo hacer la preparación casera partiendo de las almendras crudas y sin pelar.
Leche de almendra: receta fácil para hacer en casa
El mundo de las leches es inmenso, pero desde hace un tiempo la leche de almendras ha comenzado a despertar intereses por sus numerosas propiedades.
Específicamente, la leche de almendras es sencilla de realizar y los especialistas aseguran que tiene muy buena digestión. Además, el procedimiento permite no desperdiciar nada, ya que los restos de pulpa de almendras que quedan en el colador se pueden utilizar como si fueran harina para sustituirla en postres como bizcochos, bases de tartas, galletas o magdalenas, entre otros.
Además, la leche de almendras es una de las leches vegetales que más se consumen como alternativa a la leche de vaca. Es muy nutritiva y posee fósforo, potasio, calcio, hierro, magnesio, zinc, vitaminas A y D, proteínas y omega 6. Ayuda a subir los niveles de colesterol HDL -el bueno- y tiene muy pocas calorías, pues la leche de almendras sin azúcares aporta unas 30 calorías por vaso frente a las 140 de un vaso de leche de vaca entera.
Su sabor es bastante neutro, quizá la de sabor más neutro de todas las leches vegetales, por lo que no resulta difícil acostumbrarse a ella después de haber tomado durante años leche de vaca.
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Leche de almendra
Porciones: 4
Tiempo total: 20 minutos
Utensilios: recipiente grande, 2 recipientes chicos, colador mediano, cuchara sopera, taza medidora, repasador y licuadora.
Ingredientes:
1 taza de almendras
Miel líquida a gusto (o 3 a 8 dáctiles previamente remojados)
1 cucharadita de esencia de vainilla
4 tazas de agua
Paso a paso:
Sumergir las almendras en el bowl chico con agua hirviendo durante 5 minutos. Descartar el agua y secar las almendras con un repasador.
Pelar usando los dedos. La piel deberá soltarse con facilidad. Luego, poner las almendras en la licuadora, agregar los dátiles o la miel, la esencia de vainilla y el agua. Licuar por un minuto.
Quedará como leche con espuma. Colocar un colador fino sobre un bowl grande y volcar el contenido de la licuadora. Apretar la pulpa con una cuchara para terminar de extraer el líquido.
Servir. Se puede tomar fría o calentar a fuego bajo. Si se la piensa tomar en otro momento pasarla por un recipiente hermético y guardar en la heladera hasta tres días.
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