Tiene 21 años, tres condenas efectivas y obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria por ser asmático. Lo atraparon robando en una vivienda. Le dio positivo el hisopado y estuvo en contacto con varios policías.
El preso con domiciliaria que se contagió y salió a robar en Godoy Cruz
Un preso condenado que recibió el beneficio de la prisión domiciliaria por ser asmático y; por lo tanto, pertenecer a los grupos de riesgo por coronavirus, fue capturado robando en Godoy Cruz 15 días después de haber salido del penal. Lo paradójico de esta situación es que el recluso solicitó no estar en la cárcel por temor a contagiarse, por su enfermedad de base, y contrajo Covid-19 extramuros mientras salía a robar. Ahora está internado en el Hospital Central en la sala de pacientes con coronavirus.
Maximiliano Agustín García Soria, de 21 años, no tenía pulsera. ¿Por qué? Porque no hay disponibles en este momento en la provincia. El joven cometió varios robos siendo menor de edad y tiene cinco delitos, robo agravado y simple, ya siendo mayor de edad. Lo condenaron por tres de estos hechos el año pasado y la prisión efectiva quedó firme el 27 de agosto de este año.
Sin embargo, García Soria por ser asmático solicitó lo mismo que muchos otros presos y la Justicia le otorgó el beneficio de continuar con la condena en su vivienda. Salió el 16 de septiembre, poco más de dos semanas después de que le dictaron la prisión efectiva, y en 15 días volvió al ruedo.
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Un vecino vio el robo, le sacó fotos robando y llamó al 911. La Policía salió a buscarlo y lo encontró. Cuando fue arrestado por efectivos de la Unidad Especial de Patrullaje de Godoy Cruz y lo trasladaron a la Oficina Fiscal °3. Allí comenzó a toser, explicó que es asmático y que tenía prisión domiciliaria por su enfermedad y riesgo de salud.
Tanto los policías como el personal judicial se asustaron mientras verificaban los datos del detenido y comprobaban que tenía tres condenas (unificadas). Lo llevaron al Hospital Central para ser hisopado y el resultado fue positivo de Covid-19.
Ahora bien, toda esta situación genera cuestionamientos al sistema de prisiones domiciliarias y también problemas para los uniformados y personal judicial.
En primer término, un joven condenado por robos obtiene este beneficio por su salud dos semanas después de su sentencia efectiva, sale de la cárcel y a los 15 días ya es detenido por cometer otro delito.
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En segundo lugar, que el preso padezca coronavirus genera una situación muy peligrosa para las víctimas del robo, policías y judiciales. El ladrón estuvo manipulando la camioneta, su interior también, luego fue arrestado, los efectivos lo tocaron, compartieron el móvil y también la dependencia judicial, donde realizaron los trámites de rigor. También lo llevaron al Central, nuevamente en un vehículo policial. Todas estas personas con las que tuvo contacto deberían estar aisladas y posiblemente deban ser examinadas por el sistema de salud.