La juventud peronista desató un conflicto que llegó hasta Alberto Fernández.
Guerra dentro del peronismo: La Cámpora vs. el Movimiento Evita
Un hecho que sucedió en Quilmes -en un barrio llamado La Matera-, terminó de desatar una guerra política total entre La Cámpora y el Movimiento Evita, dos facciones muy distintas pero con mucho peso dentro del peronismo.
Ambas tienen una importante presencia territorial sobre todo en donde hay más cantidad de votos: en el conurbano bonaerense, y es allí donde se libra la mayor disputa.
El altercado comenzó cuando un funcionario de Mayra Mendoza, Sebastián Raspa, director municipal del distrito donde gobierna la intendenta de La Cámpora, apareció reflotando un viejo plan de construcción de viviendas y un playón deportivo.
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Algunos vecinos relacionan a Raspa con una cooperativa que pretendía copar el emprendimiento y acusan al funcionario quilmeño de tirar abajo viviendas y paredes.
Sebastián Raspa, de La Cámpora, desató el conflicto
Según el relato de dirigentes del Movimiento Evita, militantes de ese grupo "se le pararon de manos", con la presencia de la concejal Patricia Iribarne que pertenece a la organización que conducen Emilio Pérsico y el "Chino" Navarro.
Según trascendió, a pesar de que gente de La Cámpora llamó a los representantes de Evita para disculparse por la actitud del funcionario quilmeño, el hecho terminó de desnudar la guerra política total que mantienen las organizaciones peronistas dentro del frente de Todos.
El conflicto llegó hasta la mismísima Residencia de Olivos durante el almuerzo del último martes. Según contó Clarín, toda la cúpula del Frente de Todos se reunió tras el banderazo y allí, en medio de la frugal comida, Máximo Kirchner le dijo a Alberto que el Evita (que tiene funcionarios en Jefatura de Gabinete y en Desarrollo Social) participaba de las tomas de tierras que se registraron en diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires.
Emilio Pérsico lidera el Movimiento Evita
El Presidente escuchó, no dijo nada y, hasta el momento, no habló del asunto con Pérsico y Navarro.
La metodología dialoguista del Evita choca con la prepotente de La Cámpora y eso llevó a que, desde hace tiempo, la rama joven del peronismo señale al Evita de "colaboracionista" con la gestión de la anterior ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley,
Máximo K los acusa de tomar tierras
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