Hubo casi 25 mil postulantes para ser voluntarios en la aplicación de la vacuna desarrollada por Pfizer, BioNTech y el gobierno argentino, que se encuentra en fase 3.
El relato de dos argentinos que se pusieron la vacuna del coronavirus
La vacuna contra el coronavirus es uno de los hechos científicos más esperados por la humanidad y que, sin dudas, sus procesos quedarán en la historia
Durante el mes de agosto, Argentina comenzó a hacer pruebas con voluntarios que se anotaron, a través de una convocatoria web y fueron seleccionados para participar de los ensayos de la vacuna desarrollada por la farmacéutica Pfizer y BioNTech. Esta investigación se encuentra en fase 3, una instancia con el suficiente avance como para testear en seres humanos, en grandes cantidades.
En total, fueron seleccionadas 4.500 personas para probar esta vacuna, la cual tiene un seguimiento extenso, de casi dos años, en los que se van recabando diferentes datos. Días después de recibir la primera dosis, los voluntarios recibirán una segunda aplicación para continuar con la investigación.
Por cuestiones de privacidad, seguridad y una serie de protocolos acordes al acontecimiento, a los voluntarios les pidieron presevar sus datos personales. Dos de los voluntarios de esta vacuna, contaron al Post su experiencia.
Ver:Argentina hará ensayos clínicos de una vacuna china contra el coronavirus
La confianza, como motor solidario
Una de las participantes es una mujer de CABA que contó como fue el proceso a través del cual tomó la decisión de anotarse en la convocatoria. La llamaremos "Melina", para preservar su nombre. "En mi familia por suerte todavía no hubo ningún caso de coronavirus. Decidí meterme en la convocatoria considerando la seriedad de los organismos que participan, que son laboratorios conocidos, como Pzifer, cuya vacuna está en esta fase tres. Eso fue lo que me hizo tomar la decisión. Confiar sobre todo en quienes desarrollaron y quienes participan en el estudio clínico y también la urgencia y la importancia de que salga rápido", relató.
En cuanto al proceso que atravesó, Melina detalló: "Hubo una convocatoria online donde cualquiera podía inscribirse, dije 'bueno me inscribo total que puedo perder'. Pensé que no iban a llamar porque me inscribí tarde y ya estaban cerrando convocatoria".
4500 personas fueron seleccionadas para testear la vacuna
"A la semana más o menos me llamó una persona muy amable, me explicó cómo funcionaba todo y me dijo que yo quedaría como suplente. Es decir, ellos ya habían dado turnos a un montón de gente, hubo casi veinticinco mil postulantes para una prueba donde van a participar solamente cinco mil. Dije que sí, me hizo algunas preguntas sobre enfermedades, sexo edad, etc. A la semana me llamaron y me dijeron si podía ir el día siguiente".
En cuanto a los pasos a seguir, Melina cuenta: "El proceso es muy ordenado, a mí me dio mucha confianza. Te buscan en tu casa, te llevan al Hospital Militar y hay una serie de postas donde vas pasando por diferentes instancias, te van guiando, incluso dentro del hospital".
"Primero un médico te explica todo, en que consiste, te hacen el consentimiento informado, toda la información general de la vacuna, posibles efectos secundarios. Después te toman algunas medidas de peso, altura, análisis de sangre. Te hisopan para ver si tenés o tuviste coronavirus, por que si tuviste no tendría sentido que te apliquen la vacuna. Posteriormente te aplican la vacuna o el placebo. Como todos los ensayos clínicos, no se sabe qué es lo que te colocan, este es doble ciego. La verdad que me sentí como muy contenida, está todo el mundo dispuesto a responder las preguntas y las dudas que uno puede tener. Si noté que chequean todo montón de veces, los datos, los números, todo el tema del anonimato", detalló Melina.
"Después te aplican, esperas un ratito a ver si te sentís bien y después de llevan a tu casa", finalizó.
"Yo voy"
Otro de los voluntarios que brindó su testimonio, coincide con Melina en el sentimiento de solidaridad que lo motivó a postularse. Vamos a llamarlo Juan, para resguardar sus datos personales, tal como se lo solicitaron.
"La motivación para ser voluntario fue dar una ayuda en un contexto complicado a nivel mundial. Tuve algunos casos de gente cercana, pero no viven en Argentina", cuenta Juan respecto a los motivos para colaborar en esta causa.
Ver: AstraZeneca le dijo al Presidente que los ensayos terminan en noviembre
"Me enteré por redes sociales y me anoté, sin mucha expectativa porque sabía que se había anotado un montón de gente, había como 25 mil personas en lista de espera. Me llamaron, me dijeron ´te vamos a anotar como suplente porque cubrimos el cupo´. Me comentaron algunas cuestiones del procedimiento, me preguntaron si estaba seguro y les dije ´yo voy´".
Luego, se produjo el contacto: "Me llaman y me piden que fuera al otro día. Ellos te dan el transporte, me llegó un mail con el turno, me buscaron a la mañana siguiente. Ahí me explicaron en profundidad todo, me dieron el consentimiento que tenía que leer y firmar. Te preguntan si tenes dudas, si lo entendiste. Te dan una bolsa con un termómetro, un medidor, barbijo. Pasas un rato largo leyendo el consentimiento donde detalla todos los efectos que podes tener, etc".
"Después de firmar, te hacen el hisopado, te sacan sangre y te ponen vacuna o placebo. Esto fue en el Hospital Militar donde hay un piso especial para eso", relata Juan.
"Me sentí muy cómodo, muy contenido, te preguntan si te sentís bien. No tuve miedo, tenia curiosidad porque siempre trato de tener un pensamiento científico. Por momentos sentí que estaba en una película de ciencia ficción", cuenta este joven oriundo de CABA, tal como Melina.
En cuanto a los efectos que pueden aparecer luego de la aplicación, detalla: "Podes tener dolor de cabeza, de garganta, dolor corporal, fiebre, hinchazón en la zona del pinchazo. Ellos te dan una aplicación para completar si tenes estos síntomas, si tenes fiebre, para determinar si sirve la vacuna contra el Covid. Tengo muchas expectativas de que funcione, fue todo muy claro, limpio, con mucha seguridad, aunque, como todo siempre existe el riesgo".
Las otras vacunas
Según lo último reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay otras cuatro vacunas en Fase 3: la de AstraZeneca, la de Moderna y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID); dos de Sinopharm (una con el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan y la otra con el Instituto de Productos Biológicos de Beijing), y la de Sinovac.
Además, otras 20 se encuentran en distintas fases de ensayos clínicos y unas 139 en estudios preclínicos, es decir que todavía no fueron probadas en humanos.