El presidente de Estados Unidos elogió al pueblo mexicano al recibir en la Casa Blanca a su par Andrés Manuel López Obrador. En la campaña electoral del 2016 atacó a México y prometió de expandir el muro fronterizo.
Trump a López Obrador: "¡Los mexicanos son fantásticos!"
En plena pandemia, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunieron en la Casa Blanca, en un encuentro marcado por un intercambio de halagos, la entrada en vigencia del flamante tratado de libre comercio norteamericano y el silencio alrededor de los temas más incómodos como la inmigración y el muro fronterizo.
Lejos de la agresiva retórica que Trump predica desde su campaña electoral en 2016 contra el vecino México y su promesa de expandir el muro fronterizo, el mandatario estadounidense recibió a López Obrador en su primer viaje al exterior en 19 meses con declaraciones como los mexicanos son "gente fantástica" y "muy trabajadora".
"Son gente trabajadora, son gente increíble, son un gran porcentaje de los propietarios de los negocios. Tienen mucho éxito", dijo Trump, quien consideró también que los mexicanos son "duros negociadores" como López Obrador, al que calificó como su "amigo", informó la agencia de noticias EFE.
"Estamos llevando esta relación a nuevos máximos y (estamos) construyendo una poderosa colaboración económica y de seguridad. Juntos hemos abordado muchos de los asuntos más complejos que afrontan nuestros países", agregó y celebró con López Obrador la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), en ausencia del primer ministro canadiense Justin Trudeau.
El T-MEC, en vigor desde el 1 de julio representa un intercambio comercial en la región de 1,17 billones de dólares, y es considerado por López Obrador como un salvavidas crucial ante el desplome económico por la pandemia ya que México destina el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos.
Solo entre abril y mayo pasado, el Instituto de Estadística de México estimó que se perdieron 20 millones de empleos formales y, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el PBI podría caer más de un 10%.
Una muestra de la importancia que le dio México al aspecto económico es el perfil de la comitiva que acompañó a López Obrador y que hoy cenará en la Casa Blanca.
La delegación está compuesta por el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y un grupo de 11 empresarios, entre ellos Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo que emplea a más de 280.000 personas en una vasta red de compañías.
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Por eso hoy López Obrador eligió deshacerse también en halagos hacia su par estadounidense, pese a que éste ha generado en el pasado mucho repudio en México por sus declaraciones racistas, sus amenazas arancelarias y su obsesión con el muro fronterizo.
"Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto", aseguró López Obrador en los jardines de la Casa Blanca, informó la BBC.
"En vez de distanciarnos hemos optado por viajar juntos, hacer a un lado las diferencias con diálogo y respeto mutuo. Hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos y explícitos de cooperación", agregó.
López Obrador también recurrió a la relación que mantuvieron el republicano Abraham Lincoln y Benito Juárez, al que continuamente se refiere como el mejor presidente de la historia de México, para hacer un paralelismo con la situación que viven ellos dos.
"Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas deberían llevarnos al enfrentamiento, afortunadamente ese mal augurio no se cumplió", señaló el mandatario mexicano.
"Fantástico", repitió en un par de ocasiones Trump cuando terminó de hablar el presidente mexicano, que esta mañana visitó la estatua de Benito Juárez ubicada cerca del monumento del presidente Abraham Lincoln, donde depositó sendas ofrendas florales.
Para Trump, esta visita le brinda una fotografía del pulso ganado a México -al que forzó a duros controles migratorios con la amenaza de guerra comercial- y una buena oportunidad de desviar la atención de la pandemia, el mismo día que Estados Unidos superó los tres millones de contagios.
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La cumbre entre dos líderes que ideológicamente pertenecen a mundos opuestos estuvo centrada en el aspecto económico.
Tras el encuentro, el jefe de la Oficina de la Presidencia de México, Alfonso Romo, dijo que solo se habló "del tratado comercial" y de la pandemia del coronavirus, y no se mencionó el tema migratorio o la frontera.
Pese a sus diferencias ideológicas, ambos presidentes comparten una actitud incrédula hacia los riesgos del coronavirus, rechazan usar tapabocas y minimizan la amenaza de la crisis sanitaria.
No se estrecharon las manos al encontrarse en la puerta de la Casa Blanca, aunque posaron juntos con el rostro descubierto sin respetar el distanciamiento social recomendado.