En la Cámara Alta, el Gobierno cuenta con votos propios para avanzar en la expropiación de Vicentin, pero en la Cámara Baja deberá apelar a sus aliados circunstanciales.
El rol de Ramón le permitiría al Gobierno poder expropiar Vicentin
El oficialismo y la oposición ingresaron en la noche del lunes, en una "batalla de votos" tras la decisión del Ejecutivo nacional de enviar al Congreso un proyecto de ley para expropiar la cerealera agroexportadora Vicentin.
La iniciativa, confirmada por Alberto Fernández junto a la legisladora mendocina Anabel Fernández Sagasti, hizo estallar en furia a la oposición, que ya comenzó a intentar ganar adeptos en el Congreso para rechazar el texto.
Sin embargo, y como ocurre desde diciembre, la puja real se dará en Diputados, ya que el Frente de Todos cuenta en el Senado con una cómoda mayoría.
En la Cámara baja, no obstante, el oficialismo debe convencer a buena parte del bloque "casi amigo" que comanda el mendocino José Luis Ramón, y al lavagnismo, que lidera Eduardo Bucca.
Ya en las redes sociales, Ramón afirmó que "el rescate era esperable", lo que podrías considerarse un guiño a la decisión del Gobierno nacional.
También direccionará la lupa negociadora hacia los dos votos que puede captar de la izquierda. Más allá de las posturas prematuras, se deberá esperar la ley para analizar en concreto la propuesta, es decir, qué tipo de control y participación habrá; cómo será su capital -u oferta pública-; y el manejo durante las próximas semanas del flamante interventor designado.
Del otro lado, la oposición macrista cerró filas con un duro comunicado que firmaron los dos interbloques de Juntos por el Cambio, más los jefes de los partidos que integran dicha fuerza.
"La expropiación del Grupo Vicentin es ilegal e inconstitucional, desautoriza al Congreso y el Poder Judicial, da un primer paso en el camino para estatizar el mercado agropecuario, repite experiencias anteriores que nos terminaron costando muy caras a los argentinos (como las expropiaciones de YPF y Ciccone) y confirma que las amenazas recientes de la diputada Fernanda Vallejos al final eran compartidas por el resto del frente oficialista", se señaló en un comunicado.
A la nueva ley de expropiación que espera el Congreso se suman las demoradas propuestas de reforma judicial y el aporte por única vez de las personas más acaudaladas del país por la emergencia sanitaria. Bajo este panorama, el oficialismo deberá negociar con el lavagnismo y el mendocino Ramón para imponerse en la votación. En el Senado será un trámite.