En la revuelta del último viernes, varios de ellos ganaron el techo.
Quiénes son los barras que tuvieron participación clave en el motín de Devoto
El motín del viernes en la cárcel de Villa Devoto, la única de Capital Federal, expuso la participación de barras bravas alojados allí, según una investigación del periodista Gustavo Grabia para Infobae.
En el módulo uno, eje del levantamiento, se encuentra alojado Ariel Luna, alias "el Colo", condenado a prisión perpetua por el asesinato en 2007 de Gonzalo Acro en el marco de la interna de Los Borrachos del Tablón, el hecho más conmocionante de violencia en el fútbol de los últimos 15 años.
Si bien ese módulo es para presos que están por salir o aquellos que estudian en el Centro Universitario, "el Colo" logró hacerse un lugar en medio de un pabellón repleto de internos por causas de narcotráfico.
En ese módulo está uno de los firmantes del acuerdo con las autoridades penitenciarias que dio por terminado el viernes a la noche el motín. Si bien todos apuntaron a la participación clave de Guillermo Álvarez, alias "el Concheto", condenado por cuatro homicidios.
Otro de los internos con más preparación y a quien también se sindica como estratega fundamental es Eduardo Vera, quien primero estuvo preso por portación de armas de guerra, después por salideras y finalmente fue condenado en 2016 a 15 años de prisión por el asesinato del sargento Orlando Castillo, en Villa Crespo, cuando éste intentó frustrar una salidera en la sucursal del Banco Nación de la avenida Córdoba y Julián Alvarez.
La clave es que si bien los reclamos de los internos fueron ideados desde el módulo uno, los más violentos están alejados en los módulos dos y tres del penal de Villa Devoto, quienes fueron los que lograron "ganar" los techos para darle visibilidad externa a la revuelta.
Allí se ve una participación concreta de varios barras, entre ellos Alejandro Acosta y Leo Torres, de Platense, y Darío Pérez, de All Boys.
Pérez está en uno de los tantos videos que se viralizaron con la campera que identifica al equipo de Floresta, más el mismo gorro que utilizaba cuando se paraba en el paravalancha mayor de La Peste Blanca, como se autodenomina la barra del Albo.
Habita el penal de Devoto desde el 29/11/18 cuando cayó detenido tras estar ocho meses prófugo acusado del asesinato de Martín el Chino Ojeda en la interna de la barra. El Chino, referente del barrio y de la tribuna, había salido de prisión en 2017, pero se encontró que la popular ya no era de la gente de la zona, sino que había sido copada por el clan Soria, que maneja la droga en San Martín y tiene ramificaciones en la provincia de Tucumán, y que habían tomado All Boys como base para ampliar sus dominios sobre la Capital Federal, poniendo al frente de la popular a Mauro Martino, Leonardo Snoopy Suñé y Darío Pérez. Cuando Ojeda empezó a merodear el estadio, lo vieron como una amenaza y directamente lo ejecutaron.
Como el juicio aún no se realizó y todavía Pérez está en preventiva, podría ser uno de los beneficiarios del acuerdo firmado en Devoto para descomprimir la situación del penal ya que uno de los puntos era que se les diera prioridad de salida no sólo a quienes integran grupos de riesgo o estaban ya con salidas transitorias, sino también a quiénes tienen prolongadas preventivas.
Otros dos barras que participaron activamente fueron Alejandro Acosta, alias el Viejo Tom, y Leíto Torres, quienes gobernaron la tribuna de Platense desde 2016 hasta caer presos a finales de 2018.
Los Torres son un nombre pesado en el mundo barra: Andrés, alias el Raba, y su hermano Fatiga manejaron con mano férrea la popular del Calamar durante más de una década y fueron claves en el armado de la ONG barra, Hinchadas Unidas Argentinas. El Raba es compadre de Bebote Álvarez y fue compañero de andanzas de La Banda de Palermo de Los Borrachos del Tablón.
El Viejo Tom y los Torres más chicos, como Leíto y Kevin, armaron un grupo que comenzó robando perfumerías y negocios de Belgrano en 2013 y terminó expandiéndose a atracos de mayor escala a cadenas de electrodomésticos hasta terminar regenteando el ámbito de la droga, donde tuvieron un enfrentamiento a todo o nada con quienes mandan en la Villa 1-11-14 y llegaron a secuestrar a la hija de Luis el Gordo Papa Rosales, uno de los presuntos dealers del Bajo Flores, y la liberaron tras un rescate de 300.000 pesos.
En el motín de Devoto se los ve a ambos con la ropa de Platense subidos a uno de los techos y el Viejo Tom porta un palo casero con una venda en la punta. Ambos también están con prisión preventiva cuyos dos años se cumplirán en unos meses, por lo que si sigue la pandemia entrarían dentro del grupo que podría salir según el petitorio acordado por los internos y las autoridades.