El conductor dijo que el avión que contrató llevaba "medicamentos" y se enojó con el diario que publicó el uso indebido de un vuelo. La trama detrás de la valija que hizo intervenir a dos gobiernos y varios organismos de regulación en medio del aislamiento. Investigación federal.
Ropa y bombones, la valija de la cuarentena VIP de Tinelli
¿Qué podría haber necesitado con tanta urgencia el empresario y conductor televisivo Marcelo Tinelli desde la lejana Esquel, como para contratar un taxi aéreo que terminó en escándalo? Nadie lo sabe. La famosa valija que le llevaron en un vuelo de la firma Buenos Aires Fly con la identificación LV-BAW desde el aeroparque Jorge Newbery hasta el aeropuerto de Esquel, no fue abierta. Aunque pasó dos veces por un escáner. "La valija color violeta que los pilotos entregaron a un particular contenía ropa y bombones. No fue abierta, porque no llevaba elementos peligrosos para una nave en vuelo ni ilegales, tales como líquidos inflamables, explosivos, ni mucho menos drogas", como se preocupó en puntualizar la fuente, un funcionario importante que se sienta en la mesa chica de la seguridad nacional.
El informante dijo además que la valija no llevaba un cargamento de medicamentos. Sólo ropa de abrigo -buzos, una campera- y bombones de chocolate. Justo a Esquel, que tiene del mejor chocolate cordillerano de la Patagonia. Pero el manifiesto de vuelo decía "medicamentos" y por eso ahora hay un sumario en la Administración Nacional de Aviación Civil, otro en la Policía de Seguridad Aeroportuaria, una denuncia que el jefe del Aeropuerto Luis Alberto Cavero presentó -allí mismo- en la PSA, que a su vez le dio traslado al juez federal de Esquel Guido Otranto. Aquel que intervino en la primera parte del Caso Maldonado.
La "Cuarentena VIP" de Marcelo Tinelli empezó mal el 19 de marzo, cuando llegó a Esquel pocas horas antes de que se declarase la cuarentena obligatoria que terminó el domingo último a la medianoche, y que fuera prorrogada hasta el 26 de este mes. Hubo quienes señalaron que el empresario pudo haber usado información privilegiada respecto de lo que ocurriría horas más tarde, cuando Alberto Fernández decretó la primera etapa del aislamiento obligatorio.
En esos días, en la provincia del Chubut ya regían restricciones muy severas a la circulación de personas. Y además, estaba prohibido el ingreso de viajeros de las provincias de Chaco, Buenos Aires, y la CABA, por ser en aquel momento de mediados de marzo "zona de riesgo" para las autoridades de la provincia patagónica. De hecho, cuando Tinelli llegó a Esquel el 19 de marzo, el gobierno chubutense había prohibido desde el 16 los viajes interurbanos con pasajeros entre las distintas localidades de la provincia. También pusieron en marcha una serie de mecanismos restrictivos en el ingreso a bancos, farmacias, y restaurantes. Las personas que llegaban a la provincia debían permanecer en cuarentena. Los habitantes de Chubut no podían ir de Esquel a Lago Puelo o Tecka, o de Rawson a Playa Unión. Por eso los lugareños se ofendieron. Olieron alguna ventaja. En aquel momento el conductor explicó que había viajado antes del inicio de la cuarentena, y que había consultado al gobernador Mariano Arcioni y a su secretario privado Gerardo Sandilo.
En medio de ese panorama de control de los movimientos de la población que entonces fue juzgado como "duro", aunque Chubut aún no tiene casos de coronavirus, fue que la llegada de Tinelli generó un escándalo local. El diputado nacional Gustavo Menna, de Juntos Por el Cambio (UCR-Chubut) hizo tres pedidos de informes por el caso. Uno a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, otro más a la Administración Nacional de Aviación Civil, y uno más a La Dirección Nacional de Migraciones. "A este último organismo quisimos consultarles, porque contamos con informaciones respecto de que alguien de la familia que viajó en ese vuelo había estado en Estados Unidos, que ya figuraba en la lista de países de riesgo, ocho días antes, y no habría hecho la cuarentena obligatoria" contó el legislador nacional, consultado por el POST. Ninguno de los organismos contestó los pedidos. Menna es un trasplantado renal reciente. Tuvo hace unos días el control médico vía video conferencia, pero para ello debió trasladarse entre dos localidades de su provincia cargado hasta el techo de documentación, radiografías, y papeles médicos "...por si me paraban. Acá, los controles son realmente muy duros... hemos hecho denuncias por ello" afirmó.
Ahora, aquel escándalo de la cuarentena VIP fue reeditado con el asunto de la valija color violeta.
Ayer, Marcelo Tinelli se ofendió muchísimo con la publicación del diario Clarín, y recordó una antigua consigna K: "Clarín miente..." aseguró, en una larga entrevista con Luis Novaresio. Sobre el envío de la valija, dijo que "...es algo normal. Lo tengo y no consigo la medicación acá. Y Cande continúa un tratamiento de salud que tiene hace años. Es algo privado. Es un traslado de medicamento a una ciudad autorizada. Puedo mostrar los papeles de la empresa del taxi aéreo en donde figura 'traslado de medicamentos para pasajeros en la ciudad de Esquel'. Nada más", se defendió.
La historia de la valija violeta
El episodio de la valija fue así. El viernes arribó el vuelo de Buenos Aires Fly, sin pasajeros, a la ciudad de Esquel. Sólo con el paquete para Tinelli. Cuando llegaron con una autorización de "traslado de medicamentos" que la ANAC concedió 24 horas luego del pedido, fueron recibidos por el jefe del aeródromo, por la PSA y personal de la ANAC. Y hubo una discusión por el destino de la valija violeta. Los funcionarios creyeron que el receptor de esa valija sería el hospital local, el gobierno o una farmacia. Y estaban sorprendidos porque en el aeropuerto no había autoridades del ministerio de Salud, ni médicos, ni enfermeros, ni personal hospitalario alguno. Los pilotos informaron que el destinatario de la valija era "privado" y que no revelarían su nombre. Fue cuando el jefe del aeropuerto -que pertenece a la ANAC- decidió iniciar un acta por presunta infracción y luego planteó la denuncia en la PSA. Llamó como testigos a los empleados del escáner, los que vieron qué había en la valija e informaron a sus superiores. Ahora hay un caso federal.
La PSA tiene desde la época del famoso vuelo de los hermanos Juliá un protocolo de revisión de las naves charter contratadas por privados, y taxis aéreos. "El equipaje se revisa en escáner dos veces. Al despegar, y en la llegada. Para evitar que pasen cosas raras..." contó un informante. La revisión que hace la PSA es respecto de la seguridad del vuelo. No hacen juicios de valor sobre el equipaje o las características de la carga. Sólo que no sea explosiva, o ilegal, como armas, contrabando, cargas de dinero, inflamables o similar. En este caso, las sospechas del jefe del aeropuerto crecieron cuando vio que los pilotos de la nave le entregaban la valija a un particular llamado Juan Sebastián Burguburu según consignó Clarín, abordo de una camioneta Dodge RAM azul dominio PNE 257, indisimulable. Ahora, será la justicia federal, la PSA y la ANAC las que deben dilucidar el proceso de autorización del vuelo "humanitario". Y si se falseó la declaración jurada de carga.
Marcelo Tinelli declaró que el avión privado que contrató trasladaba medicamentos para él y su hija, que no se consiguen en Esquel. Ahora, si la justicia comprueba que la carga era sólo de bombones y ropa, tal como afirman las fuentes con total seguridad, el escándalo será mayúsculo. Tinelli no sólo es el productor de TV, empresario, creador y conductor de los más grandes éxitos de la TV abierta nacional. Además, es el presidente de San Lorenzo de Almagro. Estuvo a punto de presidir el fútbol argentino, tiene aspiraciones políticas, e integra parte destacada de la "Mesa contra el hambre" formada por el presidente Alberto Fernández. Antes, anduvo de buenas y malas con los presidentes Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Néstor y Cristina Kirchner, y Mauricio Macri. La política y Tinelli siempre se atrajeron mutuamente. Con la provincia de Chubut tiene un amor particular. La conoce bien, compró el campo en Esquel, y fue muy amigo del extinto gobernador Mario Das Neves. Compartían la pasión por San Lorenzo.
Si en verdad Tinelli primero usó información privilegiada para pasar la cuarentena en su campo de Esquel y luego alguien falseó la declaración de vuelo para acercarle ropa y bombones, sería una burla, un "blooper" enorme para los millones de argentinos que respetan el aislamiento a rajatabla. En ese mismo fin de semana, intendentes de ciudades turísticas de todo el país bloqueaban los ingresos hasta con barricadas.
Ayer, por este escándalo, el ministro de seguridad chubutense Federico Massoni criticó con dureza al titular de la PSA José Glinski en una radio de Trelew. "Nos manda aviones sin avisar" se quejó. Puede que Massoni haya cometido un error. No es la PSA la que envía o no los vuelos.
Hay otro trasfondo de esta historia que muy pocos conocen. Ayer, Tinelli le dijo a Luis Novaresio que "Clarín miente". Pero quien firmó la nota que le dio visibilidad nacional al vuelo de la valija fue el periodista Carlos Guajardo, un corresponsal patagónico con varias décadas de experiencia. Guajardo y Tinelli se conocen muy bien. Jugaban en equipos de fútbol antagónicos cuando el ahora exitoso conductor y empresario era un junior en Radio Rivadavia, y Guajardo lo hacía en la Sexta Edición de Crónica -donde trabajaba- ambos en Capital Federal. Eran partidos de pierna fuerte entre periodistas y de plata prestada para la Coca Cola "del Cabeza", como ya le decían a Marcelo. Años después, Tinelli -ya muy exitoso- estuvo en Trelew con "Ritmo de la noche". Guajardo lo fue a ver al hotel, pero el empresario le hizo saber que estaba descansando. En otra visita, pasó lo mismo, y lo derivó a una conferencia de prensa. Pasó el tiempo. Una vez se encontraron en Barajas, cuando Tinelli venía de cinco derrotas consecutivas con el Badajoz, equipo de la segunda división española que había comprado.
Entonces hubo abrazos, y buenos recuerdos.
Fotos: Red 43, Esquel.