Paranoia innecesaria, aunque la cosa viene por otro lado.
Ciberpatrullaje: ¿Espionaje oficial o simple "monitoreo"?
Sin quererlo, Sabina Frederic encendió en las últimas horas una nueva polémica. Justo cuando la discusión sobre los sobreprecios en compras de alimentos y alcohol en gel estaba aún tibia.
La ministra de Seguridad aseguró que "las fuerzas de seguridad monitorean las redes sociales, para ver el humor social y prevenir situaciones". Inmediatamente, generó una inesperada movida en Twitter y Facebook que escaló a niveles asombrosos.
Propios y ajenos viralizaron el hashtag #NoMeVanACallar, intentando frenar lo que supuestamente vendrá: una embestida contra las libertades individuales en la web.
Ciertamente, es absurdo creer algo semejante: ¿Quién haría espionaje a usuarios de redes sociales y lo diría de manera tan campante?
Lo que pergeña el oficialismo pasa por otro lado: el intento de "contener" la información extraoficial que circula en ese mundillo sobre el coronavirus. Básicamente para evitar que se genere pánico y/o paranoia por las usuales fake news.
El gobierno basa su preocupación en una encuesta reservada que mandó a hacer y que muestra que 7 de cada 10 personas descree de la información oficial sobre el Covid-19.
La misma medición asegura que 8 de cada 10 encuestados sospecha que hay más muertos de los que grafica el Ministerio de Salud a diario.
Tal es el contexto que permite entender las palabras de la ministra Frederic. No fueron un "sincericidio" ni mucho menos. Se trató de un mensaje velado a aquellos tuiteros que saben generar terror en las redes sociales y que logran enorme repercusión allí. Muchos de ellos ya han sido identificados aún cuando se esconden en el anonimato.
En la misma línea, el gobierno ha lanzado la plataforma Confiar, que permite chequear información sobre coronavirus en tiempo real. Funciona bajo la plataforma de la agencia de noticias Télam.
Allí la situación se vuelve más viscosa, ya que existe un apartado que permite "escrachar" a aquellos que difunden supuestas fake news. ¿Qué se hará con esa información finalmente? ¿Se judicializará o se usará para exponer a los usuarios de esas cuentas?
Ahora mismo, los legisladores de la oposición deberían estar más preocupados por esto último que por el "ciberpatrullaje" que confesó Frederic. Es un avance peligroso sobre la libertad de expresión.
Finalmente, a aquellos que temen por posible espionaje K -ya ocurrió en el pasado, con el Proyecto X y otros similares que impulsaron Néstor y Cristina- deberían estar informándose sobre un software llamado "Pegasus".
Lo ha adquirido oportunamente el macrismo a la firma NSO Group y el kirchnerismo lo ha mejorado a niveles sorprendentes. Hoy en día está en poder de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Para quienes lo desconocen, permite acceder a todo el contenido del teléfono celular de la persona que se busca espiar.
Para entender de qué va la cosa, solo hay que fijarse lo que ocurrió en México en 2019, cuando se descubrió que periodistas y activistas de ese país estaban siendo espiados a través de ese software.
El que avisa no traiciona.