"Todo lo que podía salir mal, salió mal. Ninguna métrica del pasado sirvió para pronosticar lo sucedido", asegura un informe diario de Delphos Investment.
Gráfico muestra cómo el coronavirus destrozó los mercados
Bajo la pandemia del coronavirus, Wall Street cayó más rápidamente que en cualquier otra crisis de la historia, incluso la de 1930. Y el jueves 12 de marzo registró la mayor pérdida para un día desde 1987.
"Todo lo que podía salir mal, salió mal. Ninguna métrica del pasado sirvió para pronosticar lo sucedido. Los analistas que basan sus pronósticos en indicadores de capitulación vienen hablando desde el lunes de señales de inminente rebote. El mismo no sólo no llegó, sino que los principales activos de riesgo se hundieron a una velocidad nunca vista. Ya no sólo es alarmante la caída, sino que lo más llamativo es la velocidad de la baja. Ni en la crisis de 1930 la bolsa bajó tan rápido", explicó un informe diario de Delphos Investment reproducido por BAENegocios.
El lunes, cuando los activos financieros alrededor del mundo se desplomaron sin piedad y, tras un breve respiro, volvieron a colapsar y dejaron pérdidas históricas para los mercados globales.
Los ADR argentinos y los bonos soberanos en dólares también sintieron el efecto y quedaron sumergidos en el crack financiero derivado de la expansión del coronavirus (Covid-19) en el mundo y el derrumbe en el precio del petróleo, en un mercado a la deriva y en caída libre.
"A una economía real paralizada se contrapone un mercado financiero abierto. Y ambas cosas parecen ser incompatibles, ya que los instrumentos financieros no 'pricean' fundamentos sino que son el reflejo del pánico y las ventas forzadas. El tiempo curará las heridas de lo sucedido, pero en el mientras tanto puede suceder cualquier cosa dado que se perdió el 'cable a tierra' de los activos de riesgo, dice Delphos.