Debutó como "vayaina" en Incorrectas y aceptó que tiene dos retoques.
Sol Pérez le confesó a Moria Casán qué cirugías estéticas se hizo
Sol Pérez debutó como "vayaina" en el programa de Moria Casán, Incorrectas, pero antes de convertirse en la nueva integrante, "lengua karateka" la sometió a una serie de preguntas.
Lo primero que quiso saber Moria: ¿Qué partes de Sol son "tuneadas" por el bisturí?
"Yo era muy flaquita, pesaba 45 kilos y, obviamente, el cambio se dio cuando empecé el gimnasio. Igual, cuando me ven me dicen que soy más chiquita de lo que parezco en las fotos o en la televisión, donde la gente me ve tan grandota. Y cuando me ven en persona me dicen: ?Ah, pero sos chiquita'. Y sí, soy chiquita", dijo Sol, quien afirmó que ese cuerpo se logra con mucho entrenamiento.
A la Casán no le conformó la respuesta y fue directo al hueso: esa nariz no es tuya, le dijo. Sol aceptó que no. Pero dio una excusa de la infancia.
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"Cuando tenía ocho años mi hermano me rompió la nariz. Nos tiramos los dos juntos a la pileta y me pegó con la cabeza. Pero no me toqué casi nada. La gente cree que tenemos un solo tabique y tenemos dos, y mi hermano me rompió los dos. Pero no dolió porque es muy rápido y ni sangra".
Así fue como su nariz acabó más pequeña y recta.
Moria no se dio por vencida y le pidió que confesara qué partes del cuerpo no son suyas, ya que la leyenda es que los glúteos son operados.
"Me hice las lolas y nada más. Era una tabla, muy chiquitita", dijo Sol. "Si fuese por mí... Quería todo. Me quería hacer algo gigante pero, por suerte, tengo a mi mamá que me dijo: ?No, Sol. Después te vas a arrepentir'".
Además. Pérez aseguró que su relación con el empresario Guido Mazzoni va viento en popa. Moria quiso saber si Mazzoni había querido "cambiarla" como hacen muchos hombres cuando empiezan a salir con mujeres lindas y famosas.
"Guido, cero", contestó Sol. Y explicó que el muchacho no tiene ningún problema en sacarle las fotos sexys que ella suele subir a su cuenta de Instagram. Por su parte, Sol dijo que ella también era muy segura de sí misma y que no tenía drama de que él fuera a bailar a un boliche. Aunque aclaró: "Igual no pongo las manos en el fuego".
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