Sigue la polémica por el origen del agua para la estimulación hidráulica.
Marinelli insiste en que no se usa agua dulce para el fracking
El Superintendente General de Irrigación Sergio Marinelli salió a responderle hoy al ex jefe de gabinete de Ambiente Eduardo Sosa, quien había acusado al DGI de "entregar agua para el fracking" en Mendoza, en dos publicaciones de Facebook días atrás. En sus escritos, Sosa dice que "los funcionarios de Irrigación nos mienten". Ambos posteos del ex funcionario pueden leerse completos aquí, y aquí.
Sosa fue Jefe de gabinete de la Secretaría de Ambiente de la Provincia durante la gestión de Alfredo Cornejo, hasta que en 2017 renunció por diferencias con el secretario del área, Humberto Mingorance. Ahora, Marinelli salió a defenderse e insistir -tal como dijo hoy la ingeniera Miriam Skalany, jefa de la Dirección de Protección Ambiental, en que no se usa agua dulce en la estimulación hidráulica de los pozos.
"Ante publicaciones en redes sociales sobre la entrega de agua para el fracking por parte del ex Jefe de Gabinete de la Secretaría de Ambiente, tratando de mentiroso al Sr. Superintendente General de Irrigación, Ing. Sergio Marinelli, corresponde aclarar que el agua para fractura que se ha utilizado en el Área de Concesión Puesto Rojas, que opera la empresa Petrolera El Trébol es agua de formación o comúnmente denominada agua de purga que se obtiene del proceso de deshidratación del petróleo, antes de su despacho al proceso de refinación" dice un comunicado distribuido por el área de prensa del DGI.
"Se informa que el agua utilizada como fluido de fractura corresponde a 100% de agua de formación, como puede observarse por los valores de elevada conductividad eléctrica, una de las características principales de dicha agua, según se observa en los valores de conductividad de las muestras de agua extraídas de las piletas previo a ser realizada la fractura hidráulica" dice el texto, acompañado del siguiente cuadro:
"La conductividad eléctrica es una medida de concentración de sales disueltas en agua y es un indicador de la salinidad del agua, y si se la compara con los valores de conductividad del arroyo que baja de la montaña apta para consumo humano, según especifica el denunciante, estamos hablando de valores de conductividad que oscilan entre 500 a 1.000 µS/cm" dice la comunicación. "Con relación a la Resolución HTA nº 249, la misma fue sancionada en Junio de 2.018 y a partir de ese momento siempre y en todos los casos se ha utilizado agua de formación como flluído para fractura. Es cierto que en la primera campaña de fractura realizada por la empresa Petrolera El Trébol en Julio de 2.017, se solicitó 5.000 m3 de agua para su uso en fractura hidráulica de los pozos CP-1013, CP-1015, CP-1017 y Pr-59, pero sólo se utilizaron 2,128 m3 de agua dulce, siendo el resto agua de formación" finaliza.