La secuencia genética del coronavirus extraído de estos animales tiene un 99% de coincidencia con la del 2019-nCoV de pacientes enfermos.
Nuevo posible animal transmisor del coronavirus: el pangolín
Desde que comenzaron los primeros casos de coronavirus que la comunidad científica han publicado numerosos estudios sobre la secuencia genética de este patógeno para aportar la información necesaria y poder buscar tratamientos o vacunas y lograr ponerle freno.
Si bien su parecido con el SARS sirvió para que algunos ensayos preclínicos que se habían iniciado tras el brote de 2002 hayan podido retomarse y así ganar tiempo a un eventual desarrollo de un fármaco desde cero, lo referente al origen de la enfermedad sigue siendo un misterio para los científicos.
Es que si bien la mayoría de los estudios coinciden en que 2019-nCoV tiene su origen en los murciélagos y se cree que podría haber pasado a los humanos directamente desde ellos, es posible que exista un huésped intermedio.
Según publicó Hipertextual, uno de los primeros estudios señalaba como posible candidatas a las cobras, cuya carne se vende en mercados como el primero en el que se detectó la enfermedad. Sin embargo, posteriores secuenciaciones más exhaustivas descartaron esa posibilidad.
Ahora, la agencia estatal Xinhua anunció que los últimos trabajos al respecto han terminado por apuntar al pangolín, un animal muy preciado también, tanto por su carne para consumir como por sus escamas con fines medicinales, según la medicina china. Aunque no hay ninguna evidencia científica de que esto sea cierto.
Los pangolines son mamíferos escamosos similares al armadillo, constituidos por varias especies, distribuidas entre Asia y África.
Por eso, cuando se analizaron muestras de coronavirus extraídos de este animal y se comprobó que su secuencia genética tenía un 99% de coincidencia con el presente en las personas infectadas, no fue una sorpresa que pudiera ser ese hospedador intermedio tan buscado.
Aunque el mercado se cerró el 1 de enero, justo un día después de que el brote se diera a conocer, e incluso antes de que se determinara qué virus estaba causando la enfermedad, estos animales podrían estar vendiéndose todavía en el mercado negro.