Una socióloga mendocina encontró sorpresas, contradicciones y desinformación en cuanto a la aversión al uso de sustancias contaminantes que no se permiten en la minería, pero sí en otras actividades.
¿Leyeron los mendocinos la 7722 y la reforma?
El mes pasado, la mendocina Natalia Casadidio (socióloga UNAP - Chile Magister en Política y Planificación Social de la Universidad de Cuyo) publicó una nota de opinión en Diario Los Andes donde señala las contradicciones del ciudadano promedio respecto de la minería. La carta se viralizó en el denominado "círculo rojo" local y nacional, aunque también provocó críticas de todo tipo.
La socióloga encontró contradicciones y desinformación en cuanto a la aversión al uso de sustancias contaminantes que no se permiten en la minería, pero sí en otras actividades, como la vitivinicultura. O el hecho de la defensa de la ley 7722 sin controles, pero denostar la reforma, que los planteaba. Para Casadidio, hay un grave déficit de información en Mendoza sobre la actividad minera. La mayoría de los consultados por ella para un estudio, nunca había leído ni la ley ni la reforma.
"Me llamó muchísimo la atención que no se lograra con el consenso con la reforma porque incluía espacios de participación, el rol del municipio, etc. Me di cuenta de que en realidad lo que sucede es no es que se quiera una ley o la otra, sino que no se tenía un buen conocimiento de lo que significaba la reforma", consideró la socióloga en diálogo con el programa Te digo lo que pienso que conduce Ricardo Montacuto por Radio Nihuil.
Y agregó: "Hay una ideología hegemónica contra la actividad extractivista, aunque sea amigable con el medio ambiente y responsable desde la ley".
"Hay que preguntarse si estamos generando un pensamiento crítico, reflexionando sobre las verdades dadas. Las redes están cumpliendo un rol que los adultos no estamos dispuestos a tener. Lo que pasó con esta ley fue un fenómeno a través de las redes sociales que necesita un análisis complejo. Pero sintetizando, la gente prefiere creer verdades dadas desde las redes sociales en vez de leer la ley o la reforma. Porque la ley no tenía contenido, y era más prominera que la reforma", aseguró Casadidio.
"Mi primera pregunta era si leyeron la ley y la reforma. Las respuestas eran que no, pero que sabían lo que los investigadores decían, o que vieron un video de alguien explicándola. Es una cosa de locos", contó la socióloga.
Para Casadidio, "los gobernantes suelen ningunear la participación ciudadana, pero si la ley se hubiera generado desde ese espacio, la ley hubiera salido. Ante la duda, uno dice que no, porque se planteó temor. Los gobernantes deben crear más espacios de participación con la gente para leyes tan complejas como esta".