Los animales que el narcotraficante más sanguinario tenía en su zoológico personal de la hacienda Nápoles se reproducen sin parar. Están alterando la química y el oxígeno de los lagos y ríos. Son extremadamente agresivos.
Los hipopótamos de Pablo Escobar se convierten en plaga en Colombia
La huella de Pablo Escobar, "el patrón del mal", no solo se limita a las viudas, huérfanos, hermanos, madres y padres que se han quedado sin familiares asesinados por él: en su legado ahora se cuentan los hipopótamos de su zoo personal, que se reproducen como conejos y son una especie invasora en Medellín.
Son los que estaban en la "Hacienda Nápoles", que además tenía rinocerontes, jirafas, elefantes y cebras. Todos se murieron cuando Escobar y su familia dejaron la hacienda, pero los hipopótamos están felices en Colombia.
Escobar puso a cuatro en el río Magdalena, y ahora son 80 animales.
Los científicos de la Universidad de California en San Diego, en colaboración con un equipo científico en Colombia, advirtieron que los Hippopotamus amphibus están teniendo en los ecosistemas acuáticos del país.
"Está claro que este efecto podría incluir consecuencias negativas para la calidad del agua y los recursos hídricos al alimentar algas y bacterias dañinas", afirman.
"Esta especie tiene un gran impacto en su ecosistema autóctono en África, y descubrimos que tiene un impacto similar cuando la importas a un continente completamente nuevo con un entorno y un elenco de fauna completamente diferente", asegura Jonathan Shurin, Profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de California en San Diego. "Está claro que este efecto podría incluir consecuencias negativas para la calidad del agua y los recursos hídricos al alimentar algas y bacterias dañinas".
Dado que estos animales son nocturnos, se alimentan en tierra la mayor parte de la noche y pasan el día refrescándose en el agua, a la que ensucian y le quitan oxígeno.
Sus excrementos generar un exceso de producción de alga, que pueden generar floraciones de algas nocivas similares a las mareas rojas
"El efecto de fertilizar todas esas bacterias y algas aumenta la productividad en el agua", asegura Shurin. "Descubrimos que los lagos son más productivos cuando tienen hipopótamos. Esto puede cambiar los tipos de algas y bacterias y puede generar problemas como la eutrofización o un exceso de producción de algas que pueden generar floraciones de algas nocivas similares a las mareas rojas".
Los investigadores estiman que la población de hipopótamos continuará creciendo dramáticamente en los próximos años. Se estima que puedan llegar a alcanzar una población de más de mil en las próximas décadas y nadie se anima a matarlos.
Lo peor es que es una especie extremadamente agresiva y poco amigable con los humanos.