Una familia que cobra las asignaciones y diversos programas de ayuda social, apenas si sobrepasa la subsistencia. Igual que en los empleos de menor remuneración. Los números. Ejemplos. ¿Conviene trabajar?
No, no alcanza para vivir de los planes sociales
Desde hace años hay una grieta profunda en la Argentina respecto del uso, implementación y alcance de los planes sociales y las asignaciones, la asistencia del Estado que llega a las familias que más desprotegidas están. ¿Cuánto dinero reúne una familia que vive de planes y asistencia social? ¿Conviene trabajar en empleos registrados de baja remuneración, como la mayoría de los asalariados del sector privado del país? ¿O inscribirse en planes?
La idea de esta nota es poner en blanco y negro cuánto "gana" una familia que vive de las asignaciones tipo Asignación Universal por Hijo y los planes de empleo vigentes, aunque hay que decir que el gobierno nacional está en plena reconversión de la "oferta" social, por lo que parte de la información respecto de los planes de empleo cambiará en los próximos meses.
Para muchas familias, las asignaciones tipo AUH y todas las demás que prevé la Anses más las políticas de los ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo representan la única fuente de ingresos. Son grupos familiares que aún con la ayuda que reciben del Estado, apenas si llegan a una economía de subsistencia.
El ejemplo
Trabajemos sobre un ejemplo concreto de una familia integrada por una pareja sin ingresos formales, que hace changas o algún trabajo en negro, con dos hijos menores de seis años. La integramos así para simplificar los cálculos, y por ser éste el formato "tipo" sobre el que el INDEC y la DEIE en Mendoza calculan los costos de las canastas "básica" (alimentos) y "total" (incluye servicios). A los efectos de todos los cálculos posibles, vamos a suponer además que ella está embarazada, y que él pasa una crisis de empleo y tiene más de 25 años. ¿A qué tienen derecho? ¿Qué pueden comprar?
Para empezar, vamos a decir que la Canasta Básica Alimentaria en nuestra provincia se ubicó en $12.647,65 en diciembre, de acuerdo a los datos proporcionados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza. Esa suma alcanza para comprar unos alimentos básicos ya definidos por el Indec para esta familia y marca el límite de la indigencia. Cuando suben los precios por inflación, los alimentos de esta canasta son más caros y más gente cae de la pobreza a la indigencia.
Veamos ahora cuánto podría recibir esta familia, una vez que esté implementada la tarjeta Alimentar en la provincia.
La mujer de esta pareja hipotética tiene derecho a percibir mensualmente la Asignación Universal por Hijo, de $ 2.746 por mes y por niño menor. Esto será así hasta que los menores cumplan 18 años. Como ella está embarazada y es desempleada aunque hace "changas" o trabaja en negro, podrá recibir otros $ 2.746 a partir del tercer mes de embarazo. También si fuese trabajadora doméstica registrada, monotributista social, o estuviese incluida en los planes sociales de empleo para madres en situaciones de vulnerabilidad social. Se llama "Asignación por embarazo para protección social" y es de un total de $ 2.746, igual a la AUH. Cobrará el 80 % durante seis meses hasta el nacimiento de su hijo o hija, y en ese momento, el 20 % restante. Una vez que el niño nace, la mujer tiene derecho a otra AUH, pero a la vez, le subirá el costo de la alimentación, es decir, de la Canasta Básica Alimentaria de esta familia. También de la Canasta Básica Total.
Esta familia podrá acceder a la tarjeta alimentar de $ 6.000 para familias con más de un hijo hasta seis años. El gobierno nacional recargará las tarjetas el tercer viernes de cada mes, no podrá retirarse dinero en efectivo, y sólo podrá utilizarse para compras de alimentos de la Canasta Básica Alimentaria.
En su cuenta mensual, estas personas deberán considerar el acceso a tarifas sociales de servicios públicos, y créditos de la Anses para beneficiarios de AUH, si los necesitasen.
Los niños de nuestra familia del ejemplo están escolarizados desde los cuatro años. Por lo tanto y por única vez, van a recibir una ayuda escolar anual de $ 2.300 por cada niño. Si prorrateamos esta asignación, equivale a $ 384 por mes, redondeando "para arriba" algunos centavos.
Sólo para los fines del cálculo vamos a suponer que nuestra pareja contrae matrimonio antes del nacimiento de su tercer hijo. En ese caso, no recibirán ni un peso. Sólo los trabajadores registrados, de temporada, veteranos de Malvinas, que cobran de ART o fondo de desempleo (porque han tenido un trabajo reciente) pueden cobrar cada uno una asignación por única vez, de 4.900 pesos. Es decir que los más desprotegidos que cobran AUH, y asignaciones sociales o planes, no cobran "por matrimonio".
La cuenta familiar se completa con los trabajos de cada uno. Dijimos que ella trabaja en negro en casas particulares, o cuidando adultos mayores. Cobra unos 7.000 pesos por mes, con suerte. Pero no lo vamos a contabilizar en la suma "institucionalizada" a través de la Anses y de Desarrollo Social, o de Trabajo. Y él es beneficiario de un plan social de empleo, el "Argentina Trabaja" que puso en marcha Cristina y del que Macri aumentó los beneficiarios en un 63 %. Por lo tanto cobra la mitad de un salario mínimo vital y móvil, que en este momento es de 17.000 pesos: suma otros $ 8.500 a la canasta familiar. No puede acceder a ningún otro plan similar. Tampoco su pareja. Estos planes tienen cupos y aunque podría ocurrir lo contrario, sólo uno de los dos miembros adultos de la familia puede acceder al plan social de empleo.
Es cierto que hay diversas ayudas adicionales a las que esta familia podría acceder, como bolsones de alimentos, útiles escolares o ropa que entregan dependencias nacionales, provinciales y municipales. Pero por su multiplicidad y porque no todo el mundo accede, no lo vamos a calcular.
Sumando las asignaciones de la Anses más la ayuda de Desarrollo Social, nuestra familia hipotética recibe $ 23.122 de asistencia por mes. Es decir, alcanza para la Canasta Básica Alimentaria, pero aun estarían bajo la línea de pobreza, salvo que él tuviese además de su trabajo en el plan social, un empleo en negro, o changas. O que a ella le pagasen más en su trabajo en negro. Deberían reunir entre ambos unos $ 10.200 más para no ser pobres. Y en negro, de lo contrario perderían las AUH.
Formalmente, una familia tipo que recibe estas asignaciones y el plan de empleo sigue siendo pobre, con un presupuesto de supervivencia. En Mendoza, la Canasta Básica Total calculada por la DEIE fue de $ 33.231,61 en diciembre.
Ahora, muchos dirán que entre los planes y alguna "changa", esta familia va a ganar mejor que empleados registrados en blanco casi sin trabajar, y podrían tener razón. Un cajero de supermercado con ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales gana en mano $ 33.753, incluyendo el básico, presentismo, "adicional cajero" más una asignación familiar por un hijo.
Es cierto que en los planes de empleo como Argentina Trabaja, los beneficiarios deben formar cooperativas que son manejadas por las organizaciones piqueteras, que reciben los fondos para pagar a los "cooperativistas" su medio sueldo mínimo. Y que en teoría deberían trabajar ocho horas. Pero en la realidad, eso no es lo que sucede. Esas cooperativas están afectadas a pequeña obra pública en municipios de todo el país, con grandes discrecionalidades de la política. Es verdad que la familia que vive de planes y asignaciones no deberá "trabajar" como un cajero de supermercado, un chofer de taxi que alquila un auto diario y trabaja doce horas o más para juntar menos de 35.000 pesos por mes, o un administrativo. También es cierto que el cajero de supermercado, que está casi empatando la línea de pobreza, está registrado, en blanco, tiene obra social, le hacen aportes, y tiene vacaciones y un sindicato que lo defienda.
Sí hay unos trabajadores a los que no les "conviene" trabajar. Se trata de los que ganan 4.900 pesos o menos en blanco. Son "franqueros", temporarios, golondrinas, que se ven bastante en las zonas rurales y turísticas. Algunos trabajan menos de diez días al mes. Cobran menos que la suma de dos AUH, pero no tienen derecho a las asignaciones para trabajadores registrados en blanco que otorga la Anses, por ganar menos que ese mínimo establecido de 4.900 pesos. Cuando descubren que los empleadores los registran para evitar problemas, "se quieren matar..." explicó una fuente de la administradora.
Hay una consideración más profunda, admitiendo que una familia que vive de los planes sigue siendo pobre. En diez años, Cristina y Macri fracasaron en crear empleo privado. Una década entera perdida. En paralelo armaron e hicieron crecer un laberinto de planes. Un círculo vicioso de asistencia social que no muestra futuro, destruye la cultura del trabajo y se transmite a los hijos. Hoy la pobreza es del 35 %. Que se suponía cercana al 30 % cuando Cristina terminó su segundo mandato en 2015. No se sabe con certeza por el apagón estadístico de aquel gobierno. Este es el tema central que el presidente Alberto Fernández y su gobierno deben resolver. El camino de un niño debe ser estudiar, conseguir trabajo genuino, y progresar gracias a su esfuerzo. Y la asistencia social debe ser para una minoría que por algún motivo -válido, eso está claro- no puede subsistir por sí misma.