El presidente de Estados Unidos es el tercero en ser enjuiciado. Nunca se llegó a la destitución y se calcula que esta vez, Trump también sequirá en su cargo
Comienza hoy el juicio político a Donald Trump
Tras la culminación de los preparativos para someter a Donald Trump a un juicio político con el juramento del presidente del Tribunal Supremo y de los senadores (que serán, respectivamente, "juez" y "jurado"), este martes comienza finalmente el proceso en el que se juzgará si el presidente de Estados Unidos cometió faltas en relación a sus funciones.
Trump será el tercer presidente de los Estados Unidos en someterse a este proceso, tras Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. También se iniciaron los trámites para juzgar a Richard Nixon, que sin embargo dimitió del cargo antes de que comenzase formalmente el proceso.
El impeachment es un procedimiento de destitución por el que el Senado juzga a un presidente, con el posible resultado de la remoción de su cargo. En él, el Congreso presenta los cargos contra el mandatario tras aprobarlos por mayoría simple, y el Senado vota una sentencia, que requiere de una mayoría de dos tercios para ser condenatoria.
Por esta razón, resulta complicado que se dé este resultado y, al igual que ninguno de los dos presidentes juzgados anteriormente fueron relevados del cargo, tampcoo se espera que Trump resulte destituido ya que, el Partido Republicano (al que pertenece Donald Trump) posee mayoría en la Cámara Alta.
De ocurrir lo contrario, supondría un hito histórico, no solo por los votos que ello requeriría de su propio partido, sino porque sería la primera vez que un impeachment finalice con sentencia condenatoria en la historia del país.
Aparentemente, el juicio político cumple para los Demócratas una función estratégica de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2020 en Estados Unidos, en las que Trump buscará ser reelegido.
Aún así, de salir destituido, en principio no se convocarían nuevos comicios: Trump sería sucedido en la presidencia por su número dos, el vicepresidente Mike Pence.
Desde el inicio, Trump ha calificado las acusaciones contra él de "caza de brujas".
También, de cara a las elecciones, llegó a acusar a la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, de calcular los tiempos para perjudicar a determinados candidatos demócratas a las primarias de dicho partido, en particular al senador por Vermont Bernie Sanders, que también se ha lamentado de que teme que su presencia en el proceso le reste tiempo para desarrollar su campaña.
Incluso, Trump ha llegado a afirmar que el impeachment es un "suicidio político" para los Demócratas.