Columnistas, directores de medios, editores de política, hablan del caso
Periodistas mendocinos opinaron sobre la muerte de Nisman
Este sábado se cumplen cinco años de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado en el baño de su departamento en Puerto Madero con un tiro en la cabeza. El caso conmocionó al país, profundizó la grieta, y se reactivó por la inminencia del aniversario, tanto como por la serie de Netflix, una prolija investigación periodística que no tiene conclusión sobre la muerte del fiscal. Tampoco la tiene realmente la Justicia.
Está claro que para el universo del periodismo mendocino el caso es importante, de alto impacto. Por eso, consultamos a directores de medios, editores de política, columnistas, líderes de opinión, para conocer sus impresiones. ¿Se suicidó, lo mataron?
Juan Quibar, editor general de Diario Uno
-No vi el documental de Netflix. Pero, mi reflexión es que la Justicia Argentina no tiene credibilidad. Vemos que detrás de cada fallo existe una intención política. No podría decir si es suicidio o no porque yo no he tenido acceso al expediente. El problema es que tomamos posiciones "judiciales" porque no confiamos en la Justicia, el pueblo no confía. Acá vemos a 100 mil personas en una marcha y creemos que tienen razón porque son muchas. Una investigación se basa en el Código Procesal Penal y no todos tienen acceso a él.
"Tengo la esperanza como en cada Gobierno, que después de este que aprendamos que tenemos que tener una Justicia realmente independiente. Lo que sé es que la población confía en eso y es la forma de tener un país mejor, formado desde la justicia independiente.
Ricardo Montacuto, director periodístico de Mendoza Post y conductor de Te Digo Lo Que Pienso
-Sí, vi el documental. No tengo ninguna duda de que lo mataron pero tampoco las tenía antes de ver la serie. Hay diferencias entre todas las pericias, pero que hay muchas circunstancias excepcionales, extrañas y coincidentes que se produjeron desde el sábado 17 de enero hasta que apareció el cuerpo en el departamento. Entre ellos las decenas de llamados entre personal de Inteligencia y sus jefes de distintas fuerzas que nunca fueron explicadas, cuando aún nadie buscada a Nisman. Todo es sospechoso alrededor de la muerte. Los "desatinos" de su custodia, la liberación de la zona... No creo en el suicidio. Para nada.
- Incluso, para la Justicia Federal es un crimen todavía sin autor y sin móvil. No sé por qué lo mataron ni quién lo ordenó, pero que lo mataron... no tengo dudas.
Andrés Gabrielli, conductor de Radio Nihuil y Canal 7. Columnista político de diario Uno.
- El documental, no lo vi. Creo que a esta altura da lo mismo lo que ocurrió. No tengo elementos para decir si lo mataron o se suicidó, no he tenido acceso al expediente. Después de cinco años, la verdad es que no importa tanto. Lo principal es que la Justicia no logró determinar realmente qué pasó, en todo este tiempo.
- Tengo mis serias dudas que se esclarezca porque está relacionado con el atentado de la Amia y la firma del Memorándum con Irán. Esto es un elemento más de una causa larguísima, mal llevada desde 1994. A esta altura no tengo mucha confianza... tampoco que se esclarezca durante el gobierno actual. No me quedan claras las cartas que va a utilizar Alberto Fernández.
Gabriel Conte, director de diario El Memo
-Si, vi el documental. Me pareció muy bueno y parece serlo, porque con cada persona que lo he comentado he obtenido una interpretación diferente del caso. Por ahí lo que pasa es que es muy fuerte el autoconvencimiento de cada uno, y por eso es difícil aceptar hoy por hoy una idea distinta a la que cada uno se ha ido haciendo del tema. No sé qué pasó. Porque no son solo esas dos posibilidades. Agregaría que lo podrían haber acorralado obligándolo a matarse. ¿Qué sería? ¿Homicidio o suicidio? La verdad es que ha habido tanta intoxicación con el tema que desearía que algún día sepamos una conclusión definitiva de los casos extremos como éste.
- Claro que tengo dudas. Pero no envidio a los que están convencidos y se muestran seguros de lo que pasó, porque hay mucho fanatismo maniqueo en el tema. Creo que para hablar de Nisman hay que hablar de la Amia, que era lo que investigaba. Y de nuevo caeremos en un pozo sin fondo, lleno de especulaciones y operaciones. Y de allí habría que hablar de los espías, en donde nuevamente caemos en temas sin cerrar. Pareciera que como en las grandes novelas de misterio, la política en Argentina gana impunidad dejando finales abiertos para que cada uno los llene a su gusto. Y eso va en contra de vivir con justicia. Nos vuelve vulnerables a todos.
Rosana Villegas, periodista política de Diario Uno y Radio Nihuil
-Me dio la sensación de que el documental tenía un desorden narrativo que quizás busque un objetivo dramático. Pero creo que no tiene hipótesis y creo que va acumulando los hechos a las hipótesis y no al revés. No me da claridad de que se incline por alguna de las tres hipótesis, ya sea el homicidio, suicidio o la inducción. Terminé sin tener una mirada de saber hacia dónde apuntaba. Sí reunió buen material, pero no llega a ninguna hipótesis.
- Mi conclusión es que me sigo inclinando porque hubo una instigación al suicidio. No hay pruebas para demostrar un homicidio, como dijo la fiscal que lo investigó. Quienes pudimos seguir la investigación... daba la sensación que el fiscal Nisman tenía pruebas contundentes para realizar la denuncia que hizo. Me da la sensación de que si estuviera así de convencido, no iba a tomar una decisión de esta forma. Es mi conclusión de lo que pudimos ver todos, alguna presión fuerte podría haberlo hecho tomar esta salida...
Christian Sanz, secretario de redacción del diario Mendoza Post
-Efectivamente vi el documental y me pareció interesante. Deja el final abierto a un posible asesinato o suicido, aunque tira más para el lado del suicidio, sobre todo cuando se mira el capítulo final. En lo personal no tengo dudas de que se trató de un suicidio, no solo porque era imposible que alguien hubiera ingresado a la vivienda de Nisman (tenía dos puertas el departamento, y en ambos tenía sendos pasadores por dentro, por ello hubo que llamar a un cerrajero), sino porque el estudio de las manchas de sangre lo demuestra.
- No solo no hay pisadas de nadie en medio del charco de sangre, sino que además las salpicaduras en las paredes reflejan que estaba completamente solo. A su vez, las 80 cámaras del complejo Le Parc muestran que no ingresó ni salió nadie del lugar. Finalmente, está el estudio sobre las manos de Nisman, que demuestra que tenía rastros de pólvora en sus manos. Aparece a fojas 2446.
Jorge Hirschbrand, director periodístico del Diario El Sol y columnista en Canal 9
- No, no vi el documental. Las pericias del expediente dicen que a Nisman lo mataron.
Raul Pedone, director periodístico de Diario Los Andes
-Lo vi incompleto al documental. Creo que el caso Nisman no es una cuestión de fe, o es un caso para resolver con voluntarismo ideológico o político. Sí creo que hay razones suficientes para investigar a fondo si fue un homicidio. Hay determinaciones judiciales que indican esto, todavía no está la definición judicial.
- Están todos los indicios para pensarlo. Lo más penoso sería que se transforme en uno de los casos que no se resuelven en este país. Es difícil creer que haya voluntad política para resolverlo, el manejo de la Justicia es uno de los puntos en los que Alberto Fernández acordó con el kirchnerismo. Es difícil pensar que las investigaciones vayan a fondo y ahí apunta mi preocupación.
Florencia Silva, editora del diario Mendoza Post
- Vi el documental y me pareció muy equilibrado, tal vez porque el director es un inglés y no está contaminado por la grieta que nos salpica en el país. Creo que cabe la posibilidad de considerar que Nisman se mató, pero fue incitado a hacerlo, bajo amenaza. Creo que los servicios de inteligencia lo utilizaron para sus propios objetivos y venganzas políticas y, llegado el momento, lo descartaron.
"De todos modos, es una construcción personal, a partir del análisis de los informes y peritajes, a favor y en contra de ambas hipótesis. Sin embargo, considero que las opiniones ya no tienen importancia porque este caso ya tiene matices "religiosos". Es decir, la sociedad elige creer lo que quiere, sin evidencias, impulsados solo por su ideología. Una muestra clara y contundente de la pérdida de credibilidad de la Justicia argentina.